Las políticas de economía circular de la Unión Europea han sido reforzadas durante los últimos años. Sin embargo, para acelerar la adopción de una economía europea más regenerativa, se requieren políticas más vinculantes y más orientadas a la consecución de objetivos concretos. Esto significa ir más allá del enfoque actual, fuertemente centrado en los residuos, para considerar más explícitamente el uso que se hace de los recursos. El informe de la AEMA "Accelerating circular economy in Europe — state and outlook 2024" (Aceleración de la economía circular en Europa: estado y perspectivas 2024) explica los beneficios inherentes al posible establecimiento en el futuro de objetivos para el uso de recursos o para la huella material, y las posibles vías para acelerar la transición a un modelo más circular.
El desarrollo de la economía circular es un elemento clave en los esfuerzos de la Unión Europea para combatir el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. El informe de la AEMA ofrece un análisis exhaustivo de las actuaciones que está desarrollando la UE para la transición hacia una economía más circular y su fuerte impulso político gracias al Pacto Verde Europeo. El informe presenta también opciones y posibilidades para una mayor aceleración de la economía circular.
Avances desiguales hasta la fecha
La fuerte dependencia de Europa de los recursos naturales para suministrarse de materiales, alimentos y combustible tiene importantes repercusiones medioambientales y climáticas. Según el informe de la AEMA, tras el gran incremento del consumo de recursos en el pasado, en los últimos años esta tendencia se ha estabilizado. Se ha observado una modesta disociación entre el consumo de recursos de la UE y su crecimiento económico, con un ligero descenso del consumo total de materiales a la par de un aumento del Producto Interior Bruto (PIB). Al mismo tiempo, la dependencia de Europa de las importaciones globales para el suministro de algunas materias primas fundamentales (críticas), minerales metálicos y combustibles fósiles está aumentando, en el marco de un contexto geopolítico que se hace más difícil.
La UE ha puesto en marcha medidas para permitir la transición a una economía circular, lo que significa cambiar los modelos de producción y los modelos de consumo "lineales" actuales. Esta transformación está consagrada en el Plan de Acción para la Economía Circular, una de las partes esenciales del Pacto Verde Europeo https://commission.europa.eu/strategy-and-policy/priorities-2019-2024/european-green-deal_en. En los últimos años se han registrado avances positivos en materia de circularidad en Europa, como por ejemplo el aumento de las tasas de reciclado y la emergencia de la economía colaborativa y otros modelos de negocio circulares.
Con una tasa de circularidad del 11,5 % en 2022, Europa consume una mayor proporción de materiales reciclados que otras regiones del mundo. Sin embargo, el progreso en la UE ha sido lento y todavía estamos lejos de la ambición de duplicar la tasa de circularidad de la Unión para 2030. El informe de la AEMA evalúa el avance hacia los ambiciosos objetivos en materia de economía circular, y afirma que la probabilidad de que se alcancen en los próximos años es baja o moderada.
Sin embargo, explica el informe, muchas políticas de economía circular siguen siendo relativamente nuevas y algunas aún no se han puesto plenamente en marcha a nivel nacional. Además, hace falta tiempo para que el impacto de estas medidas se traduzca en cambios en los modelos empresariales, patrones de consumo y, en última instancia, patrones de uso de los recursos. A pesar el esto, el informe señala que, además de continuar con la aplicación de las políticas existentes, es posible hacer más.
Acciones futuras
El informe examina también posibles acciones de cara al futuro, como el establecimiento de objetivos y la promoción de un reciclado de mayor calidad — en el que los materiales mantienen su función y su valor originales durante el mayor tiempo posible — para fomentar la independencia de la UE en materia de recursos y reducir su importación. Es fundamental aplicar los principios del ecodiseño, así como aumentar la circularidad, maximizando el uso y la vida útil de los productos, a través de la reutilización, la reparación y la remanufactura.
También debe prestarse especial atención a los factores económicos que operan en el suministro de materias primas — de modo que los incentivos y los precios de las materias primas tengan en cuenta su impacto medioambiental, y los materiales reciclados puedan tener una mejor ruta de entrada en la economía.
La base de estos cambios es la necesidad de reducir el actualmente insostenible nivel de consumo de productos. Lamentablemente, las tendencias actuales en la UE avanzan en la dirección opuesta. Existen numerosas oportunidades para que las políticas futuras de la UE estén basadas en los resultados de investigaciones actualmente en curso sobre la demanda de los consumidores, para saber cómo es posible cambiar los comportamientos de los consumidores, así como para incorporar los principios de transición justa en las acciones futuras.
Otros hallazgos importantes:
La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) es una agencia de la Unión Europea cuya labor consiste en proporcionar información sólida e independiente sobre el medio ambiente. La Agencia tiene como objetivo apoyar el desarrollo sostenible y contribuir a conseguir una mejora significativa y cuantificable del medio ambiente europeo facilitando información actualizada, específica, pertinente y fidedigna a los responsables de la política medioambiental y al público en general.
El plan de Japón para volver a estar a la vanguardia de la tecnología ya está en marcha. Actualmente este país está invirtiendo más dinero en su sector de los chips que EEUU, Alemania, Francia o Reino Unido. No en términos de valor neto, pero su esfuerzo es mayor si ponderamos la inversión de estos países sobre su producto interior bruto (PIB). EEUU dedica el 0,21% de su PIB a su industria de los semiconductores, y Alemania el 0,41%. Francia, según Nikkei Asia, el 0,2%, y, por último, Reino Unido el 0,04%. La diferencia es muy significativa y pone encima de la mesa el esfuerzo que está haciendo Japón con un 0,71% de su PIB.
Dominica quiere ser un pionero en la energía renovable, específicamente la energía geotérmica. Producir energía 100% renovable en Dominica ha sido una transformación que lleva décadas gestándose, y hoy en día está más cerca de producir electricidad a bajo costo respetando el medio ambiente.
Optimizar el consumo de energía para disminuir la huella de carbono y proteger al medio ambiente forma parte de la hoja de ruta de Telefónica. Para conseguir este objetivo, la compañía se apoya en modelos innovadores y disruptivos como Energy Savings as a Service (ESaaS), donde un proveedor proporciona y mantiene operativos equipos modernos destinados a la mejor energética a cambio de una tarifa regular.
Colombia podría aprovechar el incremento de las fuentes de energía no convencionales –provenientes del viento, el Sol o el hidrógeno–, no solo para mitigar la crisis climática sino también para mejorar las condiciones sociales y económicas de la población vulnerable. Las cooperativas para la energía comunitaria que existen en países como Alemania, Canadá y Argentina servirían como referencia para ajustar leyes y políticas públicas en el país.
Si todo sale como prevé EUROfusion, las primeras pruebas con plasma en ITER ("International Thermonuclear Experimental Reactor"), el reactor experimental de fusión nuclear que un consorcio internacional liderado por Europa está construyendo en la localidad francesa de Cadarache, arrancarán antes de que expire esta década. Esta enorme y complejísima máquina es un paso fundamental en el camino hacia la energía de fusión comercial, pero no es la única pieza importante de este rompecabezas. Ni mucho menos.
El ICMM-CSIC lidera un estudio internacional que demuestra una nueva teoría para la manipulación de materiales bidimensionales con pulsos de luz intensos.