Como concepto político, la sostenibilidad tiene su origen en el informe Brundtland de 1987, conocido comúnmente como Nuestro futuro común. Este documento se interesa por la tensión entre las aspiraciones de la humanidad de un vida mejor y las limitaciones impuestas por la naturaleza. Con el transcurrir del tiempo, el concepto se ha reinterpretado y ha incorporado tres dimensiones: ambiental, social y económica.
En este documento se argumenta que este cambio de significado tiene tres implicaciones: (a) oscurece la contradicción real entre los objetivos de bienestar para todos y la conservación ambiental; (b) existe el riesgo de disminuir la importancia de la dimensión ambiental; (c) separa los aspectos sociales de los económicos, los cuales son en realidad una misma cosa. Se propone que debe volverse a la acepción original, en la cual se asocia a la sostenibilidad con el bienestar de las generaciones futuras y, en particular, con los recursos naturales irremplazables —en oposición a la gratificación de las necesidades del presente—.
Esta es una versión de prueba de citación de documentos de la Biblioteca Virtual Pro. Puede contener errores. Lo invitamos a consultar los manuales de citación de las respectivas fuentes.
Artículo:
Desplazados legales o ilegales: una mirada desde los procesos extractivos en Colombia y contexto general de algunos países latinoamericanos
Artículo:
Utilizando residuos plásticos de polipropileno y polietilentereftalato como agregados alternativos para producir concreto ligero : una revisión
Libro:
Indicadores ambientales y de desarrollo sostenible : teorías y experiencia práctica
Artículo:
Ciclo económico, política de economía social solidaria y cooperativas: el caso de Ecuador
Video:
Gunter Pauli. Un nuevo modelo competitivo para el sector minero