Por medio de análisis preliminares en CCD del aceite esencial de Mintostachys mollis (HBK) Griseb, se determinó la presencia de terpenos, cetonas, alcoholes, fenoles y ácidos. Por análisis de CG/EM de la fracción fenólica del aceite se identificaron 4 compuestos: timol (6.2%), carvacrol (3.5%), diosfenol e isoeugenol (0.9%) y en la fracción terpénica 10: pulegona (30.2%), mentona (29.2%), cariofileno (5.0%), linalol, mentol, isopulegol, piperitona, verbenona, carvomentona y candineno.
La actividad insecticida del aceite esencial, mentona, pulegona, cariofileno y las fracciones terpénica y fenólica fueron ensayados con los métodos de contacto forzado, ingestión, repelencia, superficie tratada, aspersión e inmersión frente a dos insectos plaga: Acanthoscelides obtectus (Say) e Hypothenemus hampei (Ferrari). Por los métodos evaluados se demostró que el aceite esencial, la mentona, pulegona, cariofileno y la fracción terpénica y fenólica tienen actividad insecticida. Por el método de contacto forzado se encontró que la actividad insecticida del aceite esencial es mayor que los compuestos aislados y las fracciones terpénica y fenólica a una concentración 0.10%.
Introducción
Acanthoscelides obtectus (Say), gorgojo de fríjol produce alrededor del 4% de pérdidas en las cosechas del fríjol; el Hypothenemus hampei (Ferrari), broca del café, ataca los cafetales perforando y dañando los granos maduros, lo cual afecta notablemente la producción del grano, siendo estos insectos de suma importancia económica para el país por los efectos perjudiciales que producen (1). Los insecticidas químicos han sido usados desde hace mucho tiempo para control de cosechas, contaminado el medio ambiente y a la vez produciendo efectos indeseables en anímales y en el hombre. Debido al uso irracional de los insecticidas sintéticos los insectos plaga han generado resistencia, haciendo más compleja su erradicación (2).
En años recientes se ha iniciado la búsqueda de bioinsecticidas para el control estratégicos de pestes (2). Los aceites esenciales de algunas plantas han mostrado tener propiedades insecticidas (3,4). El aceite esencial de Cleome hirta se evaluó contra los parásitos del ganado (Rhipicephalus appendiculatus) y como repelente del gorgojo del maíz (Sitophilus zeamis) (5). Se ha comprobado la actividad insecticida de 21 aceites esenciales por administración tópica sobre en larvas de tercer instar de Spodoptera liturar que atacan las hojas del tabaco (6).
La planta Mintostachys mollis (HBK) Griseb se encuentra diseminada en forma silvestre en varios países de América del Sur, Bolivia, Argentina, Perú y Colombia. Se le conoce con los nombres vulgares de cruz de muña o martín muña y es empleada como condimento, insecticida, vermífugo y para proteger los productos agrícolas almacenados, especialmente en el brotamiento de la papa (7).
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