La investigación evaluó los beneficios de resistencia obtenidos al modificar la estabilización del cemento de un suelo expansivo mediante el uso de ceniza de aserrín (SDA), un residuo generado en las industrias de molienda de madera debido a la quema. El programa experimental involucró la preparación de probetas cilíndricas de tamaño 38 mm x 76 mm para evaluar la resistencia a la compresión no confinada (UCS) de las muestras estabilizadas y enmendadas de cemento curadas por períodos variables de 2 horas, 7, 14 y 28 días. Se adoptaron dos contenidos de cemento de 2% y 6% en peso de suelo para estabilizar el suelo. Las muestras estabilizadas con cemento enmendado por SDA adoptaron contenidos de SDA de 5%, 10% y 20% en peso de suelo. Las tendencias de ganancia de resistencia para las muestras modificadas también se ajustaron en función de los resultados de las pruebas UCS. Para analizar los beneficios en el diseño de pavimentos y la reducción de espesores, Los valores UCS se utilizaron para predecir el valor CBR de las muestras en función del cual se calculó la reducción del espesor del pavimento para diferentes densidades de tráfico. La investigación reveló que la enmienda SDA del 5% de la estabilización del cemento puede resultar en un aumento de hasta un 26% en la resistencia inicial y un aumento del 20% en la resistencia retardada. Según los valores de CBR previstos, el espesor del pavimento se puede reducir hasta un 8,3%.
I. INTRODUCCIÓN
Los ingenieros geotécnicos de todo el mundo se han encontrado con suelos pobres durante las actividades de desarrollo y la ejecución de proyectos de infraestructura. Siempre han supuesto un problema para los ingenieros de una forma u otra, ya sea durante o después de la construcción. Estos suelos deficientes pueden presentar varias características indeseables, como baja resistencia y soporte, hinchazón excesiva, naturaleza altamente compresible y asentamiento resultante, por nombrar algunas. Para convertir el suelo en un material de ingeniería adecuado, es necesario modificar o diseñar sus propiedades para que se adapten a los requisitos de un proyecto de infraestructura concreto. Esto puede lograrse estabilizando el suelo por cualquiera de los diversos medios disponibles. Uno de estos métodos es la estabilización química del suelo mediante la adición de aglutinantes como el cemento y la cal. El cemento y la cal han sido, con mucho, los aditivos más comunes adoptados para estabilizar esos suelos pobres con propiedades indeseables. En los últimos tiempos, la adición de residuos sólidos también se ha practicado para mejorar los suelos de varios tipos para adaptarse a los diferentes requisitos [1], [2]. Los residuos sólidos pueden proceder de fuentes industriales, domésticas, agrícolas o minerales. Las cenizas de biomasa procedentes de fuentes agrícolas y hortícolas han encontrado una mayor aceptación en su utilización en materiales de ingeniería civil como el hormigón y la modificación del suelo.
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