Luego de ciento cincuenta años de haberse perforado los primeros pozos comerciales de petróleo que condujeron al uso intensivo de combustibles líquidos para mover los vehículos de transporte, se está arribando al pico de las reservas de petróleo del planeta. Queda aún una buena porción por gastar, con la expectativa de que las consecuencias sean mejores que en la primera parte, la cual ha implicado varias guerras y deterioros del ambiente. Este ensayo aporta un resumen sobre la historia de los combustibles fósiles y sobre la prospectiva de las alternativas energéticas emergentes, poniendo énfasis en la bioenergía como una alternativa para la transición entre la actual era de la combustión y la nueva era de la energía limpia.
1 INTRODUCCIÓN
La combustión es uno de los más importantes y antiguos descubrimientos del ser humano. El hombre de la prehistoria empezó a abandonar sus cuevas de invernadero luego que descubrió como hacer fuego con madera, tal como todavía lo hacen los indígenas frotando una varita con un trozo de tronco. La madera continuó siendo el combustible por milenios, manteniendo despierta la meditación del ser humano durante sus horas de descanso frente a una chimenea, meditación que probablemente condujo a muchas ideas innovadoras durante el desarrollo de la civilización humana.
Una de esas ideas, tal vez la más importante, fue la rueda, con la cual las bestias dejaban de servir de transporte para un solo individuo, para proveer la energía para el transporte por medio de carretas. Otro primitivo descubrimiento importante para el transporte fue la vela, y así por mucho tiempo la vela en el mar y la rueda en la tierra fueron los antecesores de la siguiente gran innovación para el transporte: la máquina de vapor [1]. Probablemente, las primeras ideas acerca de tal máquina surgieron en monasterios donde monjes dedicados y curiosos lograron transformar el vino en brandy desarrollando el alambique, que en esencia utiliza el mismo principio de combustión externa de la máquina de vapor, es decir, al hervir agua en una caldera, el vapor produce la presión para mover un pistón que acciona la rueda.
Aunque todavía existen funcionando algunos trenes de vapor que usan madera como combustible [2], estos se han convertido en reliquias ya que el auge del desarrollo del transporte con motores de combustión continuó aceleradamente. El carbón mineral substituyó a la madera y la idea de substituira la máquina de combustión externa por una más eficiente basada en la combustión interna empezó a aparecer. Es entonces cuando surge el uso de los combustibles líquidos para mover estas máquinas más sofisticadas.
2 EL AUGE DE LA COMBUSTIÓN DE HIDROCARBUROS FÓSILES (HCF)
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Libro:
Correlaciones numéricas PVT
Artículo:
Deshidratación del gas natural en plataformas marinas : comparación entre plantas de glicol tradicionales y sistemas de membrana innovadores
Infografía:
El Musel. Planta de regasificación
Artículo:
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Video:
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