Se informa por primera vez sobre el comportamiento de escalada en una especie de bagre Loricariidae de boca hueca. Un grupo de ocho ejemplares de Cordylancistrus sp. fueron observados in situ escalando una cascada en un arroyo de montaña de los Andes colombianos. Este estudio describe cómo esta especie superó la barrera vertical, y luego discute e hipótesis de cómo el desarrollo de "innovaciones morfológicas y conductuales clave" podría desempeñar un papel importante en la ocupación de un nuevo nicho y en la diversificación de la familia Loricariidae.
INTRODUCCIÓN
Los arroyos tropicales de montaña son ecosistemas acuáticos que presentan diversos retos para los organismos que los habitan. La calidad del agua, el tipo de sustrato, el área de drenaje, la diversidad en el volumen y la velocidad del flujo, las cascadas, los gradientes pronunciados y otras barreras de movimiento son algunos de los factores que determinan la composición y estructura de las comunidades en estos ambientes (Jaramillo-Villa et al. 2010, Scatena & Gutpa 2012, Blanco et al. 2014). Para superar estos desafíos, las poblaciones nativas han desarrollado diversas adaptaciones morfológicas y de comportamiento, incluyendo formas corporales adecuadas para reducir la resistencia al agua, apéndices en forma de ventosa que les ayudan a aferrarse al sustrato, y la capacidad de esconderse bajo grandes rocas o residir en hábitats de márgenes de canales de aguas poco profundas durante las inundaciones y las sequías (Maldonado-Ocampo et al. 2005, Scatena & Gutpa 2012).
Pocas especies de peces pueden trepar por las cascadas y superar así el aislamiento geográfico que representan. En los arroyos de Hawái y otros ríos insulares (ríos caracterizados por pendientes pronunciadas, flujo de alta velocidad y alta segmentación, Scatena & Gutpa 2012) los juveniles de Gobiidae escalan fácilmente las caídas para evitar a los depredadores y alcanzar el hábitat que ocupan los adultos para lograr el reclutamiento (Keith 2003). Han desarrollado aletas pélvicas fusionadas que funcionan como un disco ventosa ventral, lo que les permite impulsarse contra el sustrato y ascender alternando su fijación ventral con varios ciclos de ondulación axial (Schoenfuss & Blob 2003, Blob et al. 2006). Del mismo modo, la lamprea del Pacífico [Entosphenus tridentatus (Richardson 1837)] también es capaz de trepar por las barreras verticales. Esta especie realiza migraciones río arriba antes del desove. En el noroeste de Estados Unidos, las presas hidroeléctricas pueden impedir que esta especie migre libremente. Sin embargo, E. tridentatus puede superar a veces estas barreras adhiriéndose a las rampas de las presas con su boca de ventosa y encogiendo y enderezando su cuerpo para impulsarse hacia arriba (Reinhardt et al. 2008).
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