Para evaluar la capacidad hidrófila, se extruyeron muestras de polipropileno y tensioactivo (poliéter siloxano) en las proporciones de 0,0, 0,5, 1,0 y 3,0 (wt%) y se obtuvieron películas en una prensa calentada. Las muestras se sometieron a mediciones del ángulo de contacto, la tensión superficial, el índice de fluidez y la rugosidad superficial. Los resultados indicaron que el aumento del contenido de tensioactivo promovía una mejor humectabilidad y, en consecuencia, una mayor hidrofilia.
Con agua, el aumento del contenido de tensioactivo redujo el ángulo de contacto (de 92,58° a 68,10°) y aumentó la tensión superficial (de 26,7 a 56,9 mN.m-1). Sin embargo, con etilenglicol, el aumento del contenido de tensioactivo promovió una pequeña variación del ángulo de contacto (59,14° a 65,10°) y de la tensión superficial (5,5 a 5,0 mN.m-1). El tensioactivo provocó un ligero cambio en el índice de fluidez, pero no afectó a la rugosidad de las muestras.
INTRODUCCIÓN
El polipropileno (PP) es actualmente uno de los polímeros más estudiados, principalmente debido a sus propiedades interesantes como rigidez moderada por encima de la temperatura de transición vítrea, punto de fusión relativamente alto (permitiendo su uso a temperaturas superiores a 100 °C), baja densidad, características hidrofóbicas, diversidad en propiedades mecánicas, bajo costo y alta disponibilidad.
El PP también puede ser utilizado para la fabricación de productos no tejidos, los cuales son ampliamente utilizados en procesos de filtración, agricultura, productos de higiene, ropa protectora y también para la producción de alfombras. La fabricación de productos no tejidos generalmente ocurre a través de procesos de soplado en fusión o hilado. El proceso más común es el soplado en fusión, que es un proceso de extrusión en el cual el polímero fundido pasa a través de chorros de aire después de salir de la boquilla de extrusión, lo que provoca que el diámetro de la fibra disminuya al entrar en contacto con el aire ambiente, formando una tela.
Debido a la amplia gama de aplicaciones de los productos no tejidos, a veces es necesario modificar las características de la resina de hidrofóbica a hidrofílica para proporcionar capacidad de adsorción para ciertos fluidos. Se han llevado a cabo varios estudios para investigar esta modificación; la medición del ángulo de contacto suele ser un indicativo de la mojabilidad (hidrofilicidad). La tendencia de un líquido a extenderse o mojar la superficie de un sólido aumenta a medida que el ángulo de contacto disminuye. Por lo tanto, el ángulo de contacto representa una medida inversa de la mojabilidad.
Cuando el ángulo de contacto (θ) es inferior a 90°, la superficie se puede caracterizar como hidrofílica (considerando el agua como el líquido).
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