La medicina ha sufrido importantes desarrollos durante los últimos años y la dermatología no ha sido ajena a este fenómeno de cambio; en nuestro siglo no se concibe el uso de productos sin que éstos pasen por un rigor muy exigente en su proceso de evaluación, asegurando al usuario el mantenimiento de las características finales. Desde el nacimiento de la dermatología, ha existido una brecha entre el dermatólogo y los productos cosméticos; estas empresas cuidan celosamente sus formulaciones y dificultan el acceso a los profesionales de la piel, lo que dificulta su labor porque no es posible informar a las personas las posibles consecuencias o un diagnostico adecuado del producto. Es de vital importancia que un dermatólogo conozca todas las características de los productos que recomienda; esto hace parte de un código de ética que cualquier profesional de la salud debe respetar.
La calidad es uno de los conceptos implementados que asegura al comprador que su inversión está respaldada; los japoneses han sido pioneros en estándares y métodos que cambian la ingeniería con la estadística, asegurando que el producto vendido cumple con los requisitos y las características mencionadas. La evolución en este campo ha llevado a la creación de los sistemas de gestión de calidad, que evalúan todo el proceso de manufactura de un producto paso por paso, buscando cualquier aspecto que pueda llevar a disminuir las características requeridas finales, minimizando el error.
Algunos conceptos vanguardistas ha estandarizado el concepto de calidad en subcategorias como las siguientes:
Calidad de diseño o rediseño: elaborando productos según especificaciones y necesidades de los clientes.
Calidad de conformidad: productos elaborados conforme al diseño original en todas sus características.
Calidad del resultado: productos conformes a las necesidades del cliente en su utilización y desempeño.
Ya es común que un gran número de empresas implante diversos tipos de gestión de calidad para sus procesos. Los estándares se van a basar en las características de la empresa y la normativa que deba cumplir. Las auditorias internas son constantes para detectar cualquier posible anomalía en el proceso y, de esta manera, tomar las acciones preventivas pertinentes y no afectar la productividad de la compañía. Es así como los dermatólogos deben estar al tanto de las normas de calidad en los productos que van a recomendar y actualizados en cuanto a los desarrollos conociendo perfectamente sus características.
Esta es una versión de prueba de citación de documentos de la Biblioteca Virtual Pro. Puede contener errores. Lo invitamos a consultar los manuales de citación de las respectivas fuentes.
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Folleto:
Glosario de términos y definiciones cosméticas