Durante los últimos tres milenios aproximadamente, la guerra terrestre se ha basado en tres tipos de fuerzas de combate, la infantería, las fuerzas de despliegue rápido (como la caballería a caballo) y las fuerzas de vehículos blindados. En este artículo se examinan aspectos de estas últimas. Examinamos un poco la historia e intentamos hacer algunas extrapolaciones para concebir hacia dónde puede dirigirse esta fuerza. En ese sentido, el artículo también es especulativo.
Básicamente, ¿hacia dónde se dirigen los vehículos blindados de combate (perdón por el juego de palabras)? En la actualidad, parece que pueden haber llegado a un punto muerto tecnológico, ya que la tecnología de los motores no ha avanzado significativamente en el último siglo - el uso de combustible hoy es notablemente similar al del Modelo T original de Ford.
Comenzamos la discusión con aspectos históricos que enfatizan la dificultad de los mecanismos de alimentación, continuamos con las vulnerabilidades electrónicas que no son conocidas y luego terminamos con el tema de la alimentación para el futuro. El éxito histórico de los tanques se ha basado en primer lugar en su fuente de energía, con vulnerabilidades que entran en juego principalmente cuando el problema es de tanque a tanque; esto puede cambiar. Las vulnerabilidades actuales pueden ser más profundas de lo que se percibe generalmente.
Introducción
Hay una rica historia de vehículos de combate blindados, y sorprendentemente (al menos para algunos) esta historia comienza en la Biblia, con el primer arma de este tipo apareciendo poco después del Éxodo.
En general, parece que estos sistemas pueden estar cerca de su cúspide tecnológica. El motor que los impulsa simplemente no ha avanzado mucho tecnológicamente para un uso de combustible de un siglo y la utilización alcanzó su nivel actual hace mucho tiempo y parece estar atascado allí. Los motores de combustión interna, ya sea de gasolina (benceno) o de diesel, tienen horribles niveles de eficiencia y no parecen haber avanzado, en absoluto; a pesar de las fantásticas pilas de dinero que les lanzan los fabricantes de automóviles.
Surge la pregunta: ¿puede abordarse esta cuestión con lo que vemos hoy en día en los laboratorios? ¿Puede la utilización de combustible en las centrales eléctricas alcanzar niveles que marquen una verdadera diferencia para el futuro de estos sistemas de armas fundamentales? El autor cree que la respuesta es afirmativa, pero no es trivial.
En este artículo se examina brevemente la historia de los vehículos acorazados de combate y luego se utilizan diversas fuentes para especular sobre las posibles direcciones que puede tomar la nueva tecnología de las centrales eléctricas, que puede tener el potencial de revolucionar este campo.
Referencias bíblicas
Curiosamente, la primera referencia histórica a los vehículos militares blindados aparece en la Biblia. Las tribus entraron en la Tierra de Israel con una devoción y ferocidad sin precedentes. A esto se sumó la capacidad de combinar un arte militar muy efectivo con creencias religiosas muy fuertes [1,2].
Esta es una versión de prueba de citación de documentos de la Biblioteca Virtual Pro. Puede contener errores. Lo invitamos a consultar los manuales de citación de las respectivas fuentes.
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