Este estudio abordó el uso de espumas de poliuretano convencionales y de origen vegetal para extraer el colorante C. I. Acid Orange 61. La determinación cuantitativa del colorante residual se llevó a cabo con un espectrofotómetro de absorción UV/Vis. Se observó que la extracción del colorante dependía de varios factores, como el pH de la solución, la estructura celular de la espuma, el tiempo de contacto y las interacciones entre el colorante y la espuma. Después de 45 días, se obtuvieron mejores resultados con la espuma convencional en comparación con la espuma vegetal. A pesar de presentar un menor porcentaje de extracción, la espuma vegetal resulta ventajosa por considerarse un polímero con características biodegradables.
INTRODUCCIÓN
Toda la vida animal y vegetal existente en la Tierra está constituida por grandes porcentajes de agua. Por término medio, entre el 60 y el 70% del peso de un ser humano está constituido por moléculas de agua. A pesar de su aparente abundancia, el agua potable escasea en varios lugares de la Tierra, ya que sólo el 3% del agua del planeta está disponible como agua dulce. De este 3%, sólo el 2% consiste en ríos, lagos y aguas subterráneas disponibles para el consumo humano; casi el 1% es nieve y el 0,0005% es vapor de agua presente en la atmósfera. Esta escasez de agua se debe principalmente al aumento mundial de la población humana y al consiguiente despilfarro y contaminación de las aguas. El tratamiento de efluentes es una de las cuestiones más importantes relacionadas con el control de la contaminación. El gran volumen de efluentes de aguas residuales generado por instalaciones de curtido (se utiliza una media de 600 L de agua en el tratamiento de una sola piel de vacuno), está compuesto por diversos elementos nocivos y causa un gran impacto ambiental.
Es importante señalar que las actividades de curtido son un sector en expansión en Brasil: El número de pieles procesadas pasó de 16.010.000 (dieciséis millones diez mil) en 1984 a 32.500.000 (treinta y dos millones quinientos mil) cueros en el año 2000, un crecimiento real del 103% en 16 años. Entre los compuestos más nocivos presentes en las aguas residuales de las instalaciones de transformación del cuero se encuentran los colorantes que se aplican en una de las etapas finales del tratamiento del cuero, denominada teñido. La mayoría de los colorantes son resistentes a la biodegradación debido a la presencia de grupos químicos sustituidos difíciles de eliminar mediante tratamiento biológico, y su degradación fotoquímica en solución acuosa que puede producirse en lagos y ríos es un proceso muy lento porque los tintes sintéticos están diseñados para tener una gran estabilidad a la luz. Los efluentes coloreados, incluso en concentraciones inferiores a 1 ppm, son visibles en una solución acuosa y pueden generar una serie de consecuencias para los cuerpos receptores, como la reducción de la actividad fotosintética y el crecimiento de algas.
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