La carne de los animales faenados en condiciones de buenas prácticas de manufactura son estériles desde el punto de vista práctico. Por ello, el perfil microbiológico de la carne fresca presentada a los consumidores es la suma de las aportaciones realizadas durante las operaciones de faena o sacrificio, almacenamiento, transporte y distribución. El músculo post-mortem ofrece un ambiente altamente nutritivo a la microflora contaminante, satisfaciendo sus necesidades básicas para el crecimiento.
Las zoonosis y las contaminaciones exógenas y endógenas por gérmenes patógenos en los animales son importantes por la gravedad de las infecciones que producen en el hombre. La carne por su propia naturaleza y origen, no solo es muy susceptible a la contaminación, sino que con frecuencia está implicada en la presentación de enfermedades transmisibles por los alimentos. La carne se contamina con microorganismos patógenos por contacto con el pelo, piel, patas, contenido estomacal y entérico, leche de la ubre, sangre, semen, bilis, etcétera, instalaciones y equipamiento, superficies de contacto manos y ropa de los trabajadores e incluso el medio ambiente de las zonas de proceso y de almacenamiento.
Esta es una versión de prueba de citación de documentos de la Biblioteca Virtual Pro. Puede contener errores. Lo invitamos a consultar los manuales de citación de las respectivas fuentes.
Artículo:
Reología de la miel india: Efecto de la temperatura y la radiación gamma
Artículo:
Influencia de la materia orgánica y Azotobacter nigricans en una plantación de Stevia rebaudiana B
Artículo:
Caracterización de las mieles de Kenia en función de sus propiedades fisicoquímicas y su origen botánico y geográfico
Artículo:
Eficacia del agua oxigenada electrolizada para inactivar la Listeria monocytogenes en la lechuga
Artículo:
Efecto del uso de harina de quinoa (Chenopodium quinoa Willd.) en las características fisicoquímicas de una pasta extrusionada