En este artículo se presenta la forma de establecer un sistema de trabajo para el logro de los resultados científicos que debe caracterizar a una universidad. Estos resultados deben poder evaluarse por medio de los estándares internacionales pero tienen que tener pertinencia medida por el impacto que los mismos tienen en el país donde se encuentra la universidad. El objetivo fundamental del trabajo es la aplicación del ciclo de administración para la gestión de la ciencia identificando en cada etapa los elementos que deben ser considerados. Se utiliza como caso de estudio el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría, CUJAE localizado en La Habana, Cuba. Los resultados obtenidos en los últimos cuatro años muestran el avance en la mayoría de los indicadores medidos, lo que demuestra que este proceso se ha desarrollado de manera eficiente y eficaz, mediante el uso racional de los recursos, especialmente los profesores e investigadores.
INTRODUCCIÓN
El trabajo y los resultados de investigación caracterizan y diferencian a la universidad de otras instituciones educativas. Una adecuada gestión de la ciencia contribuirá decisivamente a obtener resultados significativos que impacten en el desarrollo de la sociedad y la calidad de vida de la población, a la vez que garantiza una mayor calidad en la formación de los nuevos profesionales y asegura la formación de los nuevos científicos que demanda el país. La contribución de la educación superior a estos propósitos es esencial.
La preocupación por una correcta gestión de la ciencia en las universidades es un tema de preocupación permanente tal y como se puede apreciar en [1-3].
Para realizar una gestión eficiente y eficaz de la ciencia lo primero que debe determinarse son los problemas científicos que prioritariamente hay que resolver para responder a las necesidades del desarrollo de la economía y la sociedad a corto, mediano y largo plazo y para mantenerse en la cima del conocimiento en investigaciones fundamentales en las que la obtención de los resultados sobrepasan el corto plazo y garantizarán el desarrollo en el futuro.
Los problemas científicos a resolver deben organizarse en programas y proyectos, que se desarrollen en los grupos de investigación, dirigidos por líderes científicos con resultados [4].
Los equipos de proyectos se integrarán además con especialistas de alto nivel, profesores y estudiantes de posgrado y pregrado en una pirámide de investigación que permitirá el aprovechamiento y uso racional de los recursos, de la productividad del conocimiento y la formación de científicos.
La incorporación de los estudiantes de pregrado a los grupos de investigación contribuirá a su formación académica y científica y, por tanto, a que los egresados de las universidades posean las habilidades investigativas y de innovación que les permitan conducir las transformaciones que requieren las organizaciones para lograr y mantener el éxito sostenido y dar una respuesta oportuna al aumento en el nivel de complejidad de los procesos tecnológicos, productivos y de servicios.
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