El reconocimiento mundial del concepto de Gestión de la Diversidad crece día a día y es una de las áreas empresariales más populares de las dos últimas décadas. Este artículo destaca el papel clave que desempeña la gestión de la diversidad en el proceso de optimización de la eficacia económica y social de una empresa, haciendo especial hincapié en la importancia de la estrategia en las operaciones de ArcelorMittal.
GESTIÓN DE LA DIVERSIDAD - ENTENDER LA DIVERSIDAD DE LOS EMPLEADOS
La gestión de la diversidad consiste en detectar las diferencias entre las personas dentro (y fuera) de una empresa y desarrollar conscientemente estrategias, políticas y programas que creen un clima de respeto y aprovechamiento de las diferencias en beneficio de la organización. "Las personas tienen Leeds diferentes. La cuestión es identificarlas" [1]. A pesar de las frecuentes deliberaciones sobre la diversidad y la gestión de la diversidad, el conocimiento sobre el efecto de los factores de diversidad, distintos del género, en la eficacia del proceso de gestión de una organización [2]. Sin embargo, un proceso de análisis puede empobrecerse considerablemente si nos limitamos únicamente a ese parámetro. El personal de una empresa difiere en términos de sexo, edad, nivel educativo, raza, orientación sexual, origen, religión y capacidad/discapacidad. El personal también difiere en cuanto a su situación familiar, personalidad y carácter, sueños y valores, experiencia y competencias. A la hora de establecer los criterios de diversidad de los empleados, se suele utilizar una clasificación igualmente diversificada. Entre ellos se incluyen los "discriminados visibles, por ejemplo, el sexo" y los "discriminados invisibles, por ejemplo, la religión" [3]; los que podemos controlar, por ejemplo, nuestros conocimientos, y los que no se pueden controlar, por ejemplo, la raza [4], parámetros "observables" e "inobservables". Según [5], la literatura sobre la diversidad es difícil de comprender y sintetizar. En primer lugar, la dificultad se debe a la gran variedad de definiciones del término y a su sistemática, a menudo complicada. La gestión de la diversidad se basa en una estrecha relación entre el personal, la cultura organizativa y el grado de consecución de la misión de la empresa. Se aplica a una dimensión invisible y a menudo informal del funcionamiento de la empresa, es decir, la cultura organizativa (valores compartidos, normas, convicciones, hábitos y formas generalizadas de pensar y comportarse). Se trata de una estrategia innovadora de gestión del personal y se sitúa en el nivel más alto de deliberación sobre el papel del hombre en la empresa [6], creando una oportunidad real para optimizar la eficacia del flujo de muchos procesos empresariales [7].
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