La industria láctea utiliza grandes cantidades de agua y, consecuentemente, genera enormes cantidades de aguas residuales para mantener el nivel de higiene y limpieza requeridos en la planta. El agua se emplea como agua de proceso, agua de enfriamiento, agua de transporte, agua auxiliar, agua sanitaria, etc. Globalmente, una proporción considerable del agua utilizada es de la misma calidad que la del agua potable.
Ya que el agua es un insumo tan importante para la producción de leche y sus derivados, debe prestarse una gran atención a su suministro y su calidad. Tomando en cuenta que el suministro de agua no es ilimitado, también debe procurarse reducir su consumo tanto como sea posible. No obstante, la seguridad alimentaria es de importancia primordial, y tiene prioridad sobre todos los otros asuntos de conservación.
La mayor parte de la generación de aguas residuales en la industria láctea es el agua de lavado usada en operaciones tales como limpieza de equipos, la purga de línea en el cambio de producto, los arranques, las paradas y el cambio en las unidades de pasteurización HTST. Aunque las operaciones de limpieza in situ contribuyen con el ahorro de agua, energía y productos químicos, de todas formas generan volumenes considerables de aguas residuales, los cuales pueden tener un pH muy alto o muy bajo.
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Artículo:
La determinación simultánea de calcio, aluminio y magnesio en la leche por medio de ICP-AES
Ponencia:
Esterilización de leche por ultrasonido
Informe, reporte:
El cultivo y linaje de las variedades de lúpulo
Infografía:
Elaboración de galletas y ponqué
Folleto:
Índice de cerveza y términos cerveceros