Este trabajo determina la influencia de la eficiencia de los sistemas técnicos del edificio y utiliza un método de cálculo para la evaluación de la eficiencia energética y las emisiones de carbono de todo el edificio. Se consideran dos tipos de edificios comerciales: un edificio de oficinas y un edificio multifuncional y estos se examinan mediante dos métodos para determinar la eficiencia de los sistemas constructivos.
Se realizó un aislamiento térmico para dos espesores diferentes de tuberías y conductos en un sistema de distribución de calor: según requisitos mínimos de ahorro energético y con doble espesor. Se encontró que la selección del método de cálculo aplicado tiene un impacto significativo en la evaluación de la eficiencia energética de los servicios del edificio y, como consecuencia, en la evaluación de la eficiencia energética de todo el edificio y su emisividad.
INTRODUCCIÓN
Se estima que el mercado de la construcción es responsable del consumo de aproximadamente el 40% de la energía generada en la UE, y la emisión de contaminantes se sitúa en el nivel del 37% (Broniewicz, 2017; UE, 2010; Lewis et al., 2013), lo que convierte al mercado de la construcción en uno de los ámbitos más significativos y alcanzables para una reducción sustancial del consumo de energía procedente de fuentes convencionales y de las emisiones derivadas del mismo. El 19 de mayo de 2010 se adoptó una refundición de la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios (UE, 2010) y el 19 de junio de 2018 se publicó la Directiva (UE, 2018). La primera revisión de la Directiva reforzó los requisitos energéticos para los edificios nuevos y existentes y sus sistemas. La segunda introduce enmiendas específicas a la directiva destinadas a acelerar la renovación rentable de los edificios existentes, con la visión de un parque de edificios descarbonizado para 2050 y la movilización de inversiones.
Un sistema técnico de construcción es una combinación de equipos, accesorios, medios de interconexión, operaciones y controles que utilizan energía para realizar una función específica. Algunos ejemplos son los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC), calentamiento de agua, iluminación, envolvente térmica y cargas eléctricas diversas. La eficiencia energética del sistema se define como la relación entre las funciones o servicios prestados por un sistema del edificio y la cantidad de energía que consume dicho sistema. También se tiene en cuenta la carga térmica impuesta (o la energía térmica aportada) a otros sistemas del edificio.
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