Abordo este muy interesante tema refiriéndome, en estricto orden, al título del artículo, en primer lugar: Industria textil; he tenido la fortuna de desarrollarme intelectual y laboralmente en este sector por más de treinta años. En retrospectiva, puedo decirles que se trata de un sector basado en la necesidad primaria de vestido y protección, que industrialmente se desarrolló en Europa en el siglo XIX y desde entonces, no ha dejado de crecer industrial y tecnológicamente. Ha disfrutado las mieles del desarrollo económico, las economías de escala y las ventajas de sus productos y soluciones en nichos especializados. No obstante, también ha enfrentado los avatares e infortunios de las recesiones económicas y la furibunda competencia de la industria china. Esta competencia es producto de la transferencia tecnológica que europeos y americanos llevaron a cabo a finales del siglo XX debido a los altos costos laborales de sus regiones. Personalmente, he sido testigo de cómo parte de la industria alemana, con quienes tengo una grata y constructiva relación y los reconozco como pioneros y creadores de técnica y tecnología de vanguardia, llevaron a cabo su proceso de transferencia a países como Japón, China y luego la India. Sin embargo, hoy por hoy, sufren una competencia desigual por parte principalmente de China. Este país llega con sus equipos, maquinaria y tecnología a mercados como el suramericano, de bajas expectativas económicas y por tanto dispuesto a sacrificar calidad, velocidad y agilidad, elementos fundamentales para quienes quieren sobresalir o sostenerse en un sector altamente competitivo.
Cito un ejemplo de la vida real que sucedió entre los años 2006 y 2010. En un ambiente de incertidumbre en la demanda, nos enfrentamos a la disyuntiva de actualizar tecnológicamente nuestra maquinaria para la fabricación de telas para la industria de la moda y la confección de ropa interior femenina. Teníamos dos opciones: una proveniente de China por un valor unitario de 150 000 euros, y la otra alemana por 240 000 euros. Hicimos el ensayo con la opción “oriental”, pero la suma de detalles técnicos y de producción llevaron al fracaso la iniciativa en cuanto a la productividad esperada.
Más allá de la preferencia por diferentes proveedores, lo que pretendo transmitirles es destacar que para ser competitivo en este sector se requiere la suma de conocimiento, tecnología, agilidad y profunda capacidad de análisis. Resulta gratamente sorprendente que al visitar plantas de fabricación locales que producen para grandes marcas mundiales, en compañía de personas que jamás imaginaron los complejos industriales detrás de una prenda de ropa interior femenina, deportiva, casual o especializada, nos encontraramos con instalaciones que abarcan áreas hasta de 50 000 m2 o más. Estas plantas cuentan con equipos cuyo valor unitario puede oscilar entre los 150 000 y 2 000 000 dolares y albergan en su estructura laboral cientos, en ocasiones miles, de colaboradores directos e indirectos.
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Manual:
Manual ambiental sectorial
Manual:
Los extractos tintóreos y los taninos en la industria textil
Página web:
Terminología técnica. Glosario del cuero
Artículo:
Estabilidad dimensional de fibras de tejidos de punto por trama hechos a partir de hilos de lycra
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Tratamiento de Aguas Residuales de la Industria de Curtiembre mediante un Sistema de Lodos Activado a Escala Piloto
Libro:
Ergonomía en los sistemas de trabajo
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La necesidad de la planeación estratégica en las organizaciones industriales modernas
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Sistemas de producción y potencial energético de la energía mareomotriz
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Obtención de gas combustible mediante la bioconversión del alga marina Ulva lactuca