Se produjeron quitosomas con tripolifosfato (TPP) para encapsular y conservar la vitamina D3. Este sistema híbrido está formado por liposomas, vesículas formadas por bicapas de fosfolípidos, rodeadas por una pared de quitosano reticulado iónicamente con TPP. Se ensayaron concentraciones de quitosano (2 y 4 mg mL-1) y se controló la estabilidad de la vitamina en dispersiones acuosas durante 49 días. Los resultados confirman que la D3 permaneció estable durante todo el periodo analizado (49 días), mientras que la vitamina no encapsulada se degrada totalmente tras la segunda semana de almacenamiento.
Los diámetros de las partículas oscilaron entre 0,1 y 5 μm con una buena estabilidad coloidal (+22 a +48 mV), y una eficacia de encapsulación del 97%. La estabilidad térmica también mejoró al utilizar los quitosomas TPP. La protección realizada se atribuyó a las interacciones estables conferidas por la reticulación de los fosfolípidos con los grupos amino del quitosano y a la formación de una red de enlaces de hidrógeno establecidos entre los grupos hidroxilo de los compuestos interactuantes, según reveló la espectroscopia infrarroja.
INTRODUCCIÓN
Las vitaminas son sustancias vitales para el mantenimiento de la salud humana y las funciones metabólicas. La vitamina D, en particular, tiene la propiedad fisiológica fundamental de estabilizar la homeostasis del calcio y también está involucrada en varios procesos celulares, como la inmunología y la regulación de la transcripción génica.
El Instituto de Medicina de Estados Unidos, a través de la Junta de Alimentación y Nutrición, recomienda una ingesta diaria de 10 a 15 μg de vitamina D para alcanzar niveles aceptables de 25-hidroxivitamina D en suero [25(OH)D]. Esta recomendación se aplica tanto a las formas de vitamina D, es decir, ergocalciferol (vitamina D2) y colecalciferol (vitamina D3), que provienen de fuentes vegetales y animales, respectivamente. Sin embargo, algunos estudios han demostrado que la administración de vitamina D3 es más efectiva para aumentar los niveles de 25(OH)D en suero que la vitamina D2, ya sea a través de la síntesis cutánea o la ingesta dietética.
La insuficiencia de vitamina D en la población en general es mucho más común de lo que se informa actualmente, y el enriquecimiento de productos alimenticios puede ser una alternativa para garantizar el consumo de niveles adecuados de nutrientes. Sin embargo, las vitaminas son compuestos sensibles. El calor, la luz, las variaciones de pH y la exposición al oxígeno atmosférico pueden acelerar su degradación, lo que requiere medios apropiados para aumentar la estabilidad y preservar sus propiedades antes del consumo.
La encapsulación es una de las estrategias para superar este problema y se han descrito diferentes materiales para formar matrices protectoras para las vitaminas.
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