El objetivo principal de este artículo es analizar en detalle la cognición como acción incorporada en el control continuo de procesos. El método de investigación es el análisis ergonómico del trabajo. Los resultados muestran que los operarios no se representan un mundo externo, sino que piensan y actúan de forma interdependiente. El punto clave de este trabajo es que, sin nada parecido a una representación interna, los trabajadores (operarios) se involucran en la actividad laboral en una coordinación sensoriomotora en respuesta a los cambios del entorno. No hay ruptura en la experiencia entre percibir, sentir y pensar. Esta investigación trata de dar respuesta a cómo los procesos sociales y culturales son necesarios para desarrollar esquemas-imagen y esquemas-corporales, que pueden realizar el pensamiento abstracto utilizando sus capacidades de respuesta perceptiva y motora. Este trabajo postula que las expresiones lingüísticas y los procesos cognitivos de nivel superior evidencian patrones dinámicos de experiencia corporal recurrente denominados imagen-esquemas. Este trabajo afirma que estos patrones pueden extenderse a estructuras de experiencia no táctiles, no físicas y no visuales.
1. INTRODUCCIÓN
En los últimos años, la ergonomía se ha centrado en el estudio de la actividad laboral de control de procesos en las industrias de procesos continuos (IPC). Esta actividad pone de relieve su naturaleza esencialmente cognitiva. Controlar un proceso continuo por medio de un sistema automatizado implica poner a trabajar el conocimiento encarnado y la cognición encarnada para mantener el proceso de producción dentro de unos parámetros de normalidad predeterminados. Este trabajo postula la tesis de que las acciones de abstracción en el control de procesos, que implican a las funciones cognitivas superiores (VYGOTSKY, 1996), dependen, para su realización, de la incorporación del agente en el contexto de cada situación del área de producción.
La cognición del operario funciona a partir de su acción situada (LAVE, 1996) en un contexto dado, en el que se requieren funciones sensoriomotoras y una acción orientada perceptualmente (como en el caso del uso de indicadores indirectos de proceso) para garantizar la eficacia del proceso de producción continua.
En este estudio se aplicaron los métodos y técnicas del análisis ergonómico del trabajo (AET), junto con otras técnicas de análisis de las experiencias y verbalizaciones de los operarios, para evaluar la naturaleza de esta acción encarnada en el control de la IPC.
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Folleto:
Análisis funcional de costos
Artículo:
De la rotinización a la flexibilización, un ensayo sobre los estudios críticos brasileños sobre la organización del trabajo
Artículo:
Evaluación intangible: una aplicación al capital humano
Documento Editorial:
Importancia de la seguridad industrial para la prevención de accidentes en los que intervienen sustancias químicas
Tesis:
Análisis de valor de la trazabilidad de los productos cárnicos españoles