Se realizó una revisión y actualización de las especies de tiburones y rayas registradas para las aguas marinas de Colombia. Se había registrado un total de 206 especies en la literatura, de las cuales 138 especies (76 tiburones y 62 rayas) pudieron confirmarse a partir de registros de museos, capturas, fotografías y videos. No se encontró evidencia de 25 especies, pero su distribución incluyó países vecinos, por lo que se clasificaron como posibles según la distribución. Treinta y seis especies se clasificaron como improbables según la distribución y siete más se consideraron identificaciones erróneas. El inventario de especies confirmadas incluye 57 géneros (30 de tiburón y 27 de batoide) y 34 familias (18 de tiburón y 16 de batoide). En particular, hubo una adición de 26 especies confirmadas desde 2007, así como numerosas modificaciones a la sistemática y taxonomía de grupos, especialmente para batoides. El número total de elasmobranquios confirmados representó el 12,1% de las especies conocidas a nivel mundial, e incluso podría llegar al 14,5%, lo que indica que Colombia tiene una de las faunas de peces cartilaginosos más ricas de América Latina, detrás de México y Brasil. Esto demuestra que si bien Colombia no puede ser considerada un hotspot de biodiversidad de elasmobranquios o un sitio de endemismo de elasmobranquios a nivel mundial, sí tiene una buena representatividad de la biodiversidad de estas especies a nivel regional, especialmente en lo que se refiere a las especies anfi-americanas.
INTRODUCCIÓN
Estudios recientes sobre la zoogeografía de los tiburones y rayas en Colombia consideraron que el número de especies registradas es alto en comparación con la extensión de las costas colombianas, representando casi el 15 % de la riqueza mundial (Navia et al., 2016). A pesar de esta alta representatividad, desde la primera mención de los tiburones en las listas de peces de Colombia (Posada, 1909), son pocos los estudios detallados sobre la riqueza y distribución de estas especies en Colombia (García, 2017).
En las últimas décadas se han publicado numerosos estudios que reportan primeros registros de especies o expansiones del rango geográfico (por ejemplo, Acero P & Franke, 1995; Caldas et al., 2004; Acero et al., 2007; Grijalba-Bendeck & Acevedo, 2009; Mejía-Falla & Navia, 2009; Anguila et al., 2016 a,b; Acero et al., 2018), sin embargo, los listados detallados de este grupo son más bien escasos. Los primeros listados específicos de elasmobranquios en Colombia fueron realizados por Mercado (1990), que incluyó 61 especies, y Mantilla (1998), que incluyó 127 especies. Este último autor también incluyó a las rayas de agua dulce. Mejía-Falla et al. (2007), con base en estas listas, en las referencias bibliográficas y en las evidencias físicas y visuales, encontraron que de las 176 especies registradas, sólo 121 podían considerarse confirmadas para los ambientes marinos y de agua dulce de Colombia.
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