Los polímeros son considerados como buenas matrices para compositos, ya que pueden diseńarse fácilmente a la medida, lo que resulta en una gran variedad de propiedades físicas. Asimismo, los polímeros orgánicos poseen por lo general una estabilidad a largo plazo y buena procesabilidad. Las partículas inorgánicas, por su parte, tienen propiedades ópticas, catalíticas, electrónicas y magnéticas sobresalientes. Al combinar las atractivas funcionalidades de ambos componentes, se espera que los nanocompositos derivados exhiban propiedades sinérgicas mejoradas. Sus aplicaciones potenciales son variadas (automóviles, industria aeroespacial, optoelectrónica, entre otros). En este documento se revisa el progreso reciente en estos nanocompositos.
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