Este artículo buscó analizar el impacto de los cambios institucionales ocurridos a principios de la década de 1990 en la articulación de los dos eslabones básicos (trituración y molienda) de la cadena triguera brasileña. Entre estos cambios, se destacan la desregulación del sector y la apertura económica, posteriormente ampliada por la implementación del Mercosur. Como resultado, fue posible observar una profunda transformación en los mecanismos de coordinación vertical y horizontal del sector. La apertura económica y la salida del Estado como coordinador de las transacciones de trigo internalizaron los mecanismos de gobernanza utilizados internacionalmente en el mercado brasileño de trigo. También se observó un cambio en el papel de las organizaciones sectoriales, que antes tenían sus actividades totalmente dirigidas a la representación ante los organismos públicos que regulaban el sector, pasando a ofrecer otros recursos a sus asociados, como asistencia técnica y jurídica. Aún así, fue posible verificar una fuerte dependencia de la trayectoria de estas nuevas formas de articulación con el ambiente institucional que regulaba este sector hasta 1990.
1. INTRODUCCIÓN
La cadena del trigo brasileño estuvo profundamente regulada entre 1967 y 1990. El pesado aparato institucional que reguló el sector durante este periodo controló y subvencionó la producción, comercialización y consumo de este cereal en suelo brasileño. Esta actividad era gestionada por las autarquías públicas, en particular el DTRIG (departamento del trigo) y el Banco do Brasil. Mientras que el Banco do Brasil realizaba la compra de trigo nacional e importado, el DTRIG se encargaba de vender trigo a los molinos según un estricto sistema de cuotas basado en zonas de producción y consumo. Con este sistema, los productores brasileños estaban protegidos de la competencia internacional y no mantenían ningún contacto con los demás eslabones de la cadena, tanto en el sector de la molinería como en los demás eslabones posteriores. Este aislamiento se debía al papel de intermediario desempeñado por el Estado durante el período de fuerte regulación gubernamental (1967 a 1990).
Desde 1990, los cambios institucionales han alterado por completo el entorno normativo y competitivo de esta cadena de producción. La desregulación y la apertura económica redujeron el control estatal y permitieron la entrada de actores internacionales en el mercado brasileño del trigo. Esta apertura se amplificó con la implantación del Mercosur en 1994.
El impacto de estos cambios en la dinámica de coordinación entre los actores de los eslabones del trigo y la molinería fue profundo a lo largo de la década de 1990. La "partida" del principal agente coordinador transformó las formas de relación vertical (entre actores de diferentes eslabones) y horizontal (entre actores de un mismo eslabón).
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