Las micropartículas producidas a partir de polímeros sintéticos se han utilizado ampliamente en el campo farmacéutico para la encapsulación de fármacos. Estas micropartículas presentan varias ventajas, como la protección del fármaco, la mucoadhesión, la gastrorresistencia, la mejora de la biodisponibilidad y el aumento del cumplimiento terapéutico por parte del paciente. Además, es posible utilizar una menor cantidad de fármaco para lograr la eficacia terapéutica con una reducción de los efectos secundarios adversos locales/sistémicos y una baja toxicidad. Los polímeros sintéticos utilizados para la producción de micropartículas se clasifican en biodegradables y no biodegradables, siendo los primeros más populares ya que no es necesario eliminarlos tras la liberación del fármaco. La producción de micropartículas poliméricas puede utilizarse para la encapsulación de fármacos hidrofílicos e hidrofóbicos, mediante emulsificación tras extracción/evaporación con disolventes, coacervación, métodos que se revisan en este artículo, incluyendo ventajas, desventajas y viabilidad de cada metodología. La selección de la metodología y del polímero sintético depende de la finalidad terapéutica, así como de la sencillez, reproducibilidad y posibilidad de ampliación.
INTRODUCCIÓN
Los polímeros sintéticos se han utilizado ampliamente para la producción de micropartículas con estructura de matriz (microesferas) o estructura vesicular (microcápsulas) para la entrega de fármacos, proteínas y péptidos[1]. Las ventajas de utilizar micropartículas poliméricas sintéticas incluyen la protección del principio activo[2], la mucoadhesión[3-5], la resistencia gástrica[5], la reproducibilidad y la fraccionación de dosis[6], como factores responsables de mejorar la biodisponibilidad de los fármacos[7,8] y, consecuentemente, promover una mayor adherencia del paciente al tratamiento.
El uso de cantidades menores de principio activo para obtener el efecto terapéutico, junto con la liberación controlada, reduce los efectos adversos locales y sistémicos y la toxicidad[9].
Se pueden utilizar varios polímeros sintéticos en la producción de micropartículas y su elección depende de la aplicación terapéutica requerida. Al elegir el material a utilizar, se deben considerar características fisicoquímicas como la viscosidad y la higroscopicidad[10-12]. Además, el polímero sintético debe ser biocompatible y tener la capacidad de liberar completamente el disolvente u otros materiales utilizados durante el proceso de encapsulación, así como no tener un sabor desagradable cuando se consume oralmente[13].
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