El 30 aniversario de la erradicación de la viruela se celebró recientemente y representa un logro importante en la salud pública internacional. Sin embargo, se espera que la probabilidad de reintroducción de enfermedades erradicadas evolucione con el tiempo, y garantiza una evaluación continua. Utilizando diagramas de influencia para estructurar el análisis, este documento busca examinar sistemáticamente las diversas vías que podrían conducir a la introducción accidental o deliberada de un patógeno nuevo o erradicado utilizando la viruela como ejemplo. La reintroducción accidental de la viruela puede ocurrir a través de tres vías principales: incidente de bioseguridad en un repositorio conocido, incidente de bioseguridad fuera de un repositorio conocido y resurrección ambiental. La reintroducción deliberada también se puede subdividir en tres vías principales: incidente de bioseguridad en un repositorio conocido, programa estatal ilícito de armas biológicas, y síntesis utilizando las herramientas de la biotecnología moderna. Concluimos que la probabilidad de recurrencia de un agente erradicado, como la viruela, es pequeña, pero en última instancia se desconoce y se espera que aumente con el tiempo principalmente debido al rápido avance de la biotecnología.
Introducción
Las amenazas de enfermedades infecciosas son un reto continuo para la sociedad y pueden tener su origen tanto en patógenos y toxinas naturales como introducidos deliberadamente. Los patógenos erradicados o nuevos plantean un desafío particular de preparación para los encargados de la adopción de decisiones que se enfrentan a la cuestión de la asignación de los escasos recursos públicos para hacer frente a las enfermedades que no constituyen una amenaza actual. Es motivo de especial preocupación la posible reintroducción de patógenos erradicados, entre ellos la gripe española de 1918 (erradicada hace 90 años), el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) (no ha habido brotes naturales desde 2003) y la poliomielitis (que pronto será erradicada). El virus de la viruela es el ejemplo más considerado, aunque los problemas naturales de salud pública de la viruela se eliminaron mediante un programa mundial de erradicación. Dando muestras de los singulares retos de seguridad en materia de no proliferación, algunos expertos siguen preocupados por la posibilidad de que la viruela reaparezca como arma biológica [1].
Las consecuencias de un brote de viruela han sido documentadas a lo largo de la historia [2], y más recientemente evaluadas en un entorno moderno globalizado mediante una variedad de modelos epidemiológicos y matemáticos [3] y ejercicios [4]. En reconocimiento de la posible grave devastación, muchos países de todo el mundo están trabajando activamente para fortalecer su preparación biológica a fin de poder responder. Sin embargo, si no hay probabilidad de que se introduzca un patógeno nuevo o erradicado, entonces, independientemente de la gravedad de las consecuencias, no existe ningún riesgo y, por lo tanto, no se requieren medidas de política.
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