El énfasis reciente en el terrorismo de cosecha propia ha dado como resultado un discurso vigoroso sobre la radicalización como un proceso que podría explicar cómo las personas aparentemente comunes se convierten en terroristas. Este artículo explora las influencias psicológicas, la identidad grupal e individual en los jóvenes durante la maduración, cuando las transiciones de identidad pueden hacerlos vulnerables al reclutamiento a la radicalización violenta. Este documento se centra específicamente en los fenómenos recientes del terrorismo interno en las democracias occidentales. Esto requiere una investigación sin suposiciones de similitud con otros actos globales e históricos de terrorismo. Los estudios sobre terrorismo se han centrado en aquellos identificados como comprometidos con organizaciones terroristas o condenados por crímenes terroristas, con poca atención a las poblaciones que son vulnerables al reclutamiento para acciones terroristas.
Introducción
La radicalización se ha definido como "el proceso social y psicológico de aumentar el compromiso con la ideología política o religiosa extremista" [1,2]. Como hipótesis de trabajo, proponemos la siguiente definición que plantea cuestiones sobre el proceso en lugar de afirmar simplemente que existe: un proceso de adopción de creencias religiosas y políticas extremas con el fin de frustrar las ideologías predominantes, en el contexto de la injusticia percibida y la alienación de la sociedad y el Estado [2,3]. Se cree que la radicalización se produce durante la adolescencia o poco después entre los adultos jóvenes que son impresionables y tratan de resolver negociaciones personales de identidad. Típicamente, la adolescencia es un período de maduración en el que los jóvenes experimentan con su identidad, sus relaciones de grupo, sus ideologías políticas y su lugar en el mundo. Participar en contraculturas visibles y distintas es parte de la maduración, por lo que la comprensión de las vías de la radicalización violenta debe tener en cuenta este contexto de maduración y requiere un análisis distinto. Cuando se relaciona con el terrorismo, la radicalización se conceptualiza como una etapa preliminar de un proceso que puede conducir a la violencia por motivos políticos. Los factores que intervienen en la participación temprana de personas aparentemente ordinarias en el camino hacia la radicalización y la posterior radicalización violenta no se han investigado suficientemente. Silber & Bhatt realizó un análisis de la radicalización islámica para el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York [4]. Llegaron a la conclusión de que había varias fases: prerradicalización, autoidentificación, adoctrinamiento y yihadización. Este documento se centra en los procesos de pre-radicalización y las vías de vulnerabilidad, basándose en la literatura psicológica y de terrorismo.
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