En este estudio, se analizó un método alternativo para reciclar residuos de etiquetas y pegatinas (parings) que contienen polipropileno de orientación biaxial (BOPP) y cola a base de poliuretano. El reciclaje de este tipo de material es complicado, una vez que los procesos de separación y molienda son difíciles de ser realizados, debido a la presencia de una gran cantidad de pegamento. En este estudio, se utilizó ceniza de bagazo de caña de azúcar para posibilitar el proceso de molienda de los residuos de pegamento. Se prepararon compuestos con extrusión de polipropileno postconsumo con diferente relación polipropileno/ceniza de bagazo.
Estos materiales se analizaron mediante ensayos de tracción, flexión en tres puntos, dureza, densidad, absorción de agua, impacto Izod, análisis termogravimétrico, exposición ambiental y microscopía electrónica de barrido. La adición de residuos de adhesivo/cenizas a la matriz de polipropileno hace que el material sea más rígido y no afecta significativamente a las propiedades térmicas y de degradación. Así pues, el proceso de reciclado propuesto en este artículo es viable desde el punto de vista medioambiental y económico.
INTRODUCCIÓN
Las etiquetas y pegatinas cumplen el papel de proporcionar información sobre productos, con el fin de atraer al consumidor, dar información obligatoria para la distribución del producto y mostrar la marca del productor. Muchas etiquetas se imprimen en pegatinas, hechas de papel couché o película de polipropileno orientado biaxialmente (BOPP), ya que estos materiales permiten una impresión de alta calidad.
Cuando se producen esas etiquetas y pegatinas, muchas partes de ellas son cortadas; el material restante se llama recortes en la industria de impresión. Esos recortes adhesivos no se reciclan ni se reutilizan; se mantienen en las fábricas o se tiran de manera inconsecuente en vertederos. Las empresas interesadas en proporcionar un destino adecuado para los recortes pagan por desechar este residuo en vertederos. En Brasil, el costo de ese desecho es de alrededor de R$ 70,00 por tonelada de residuo no peligroso; en los países europeos, este costo puede llegar a R$ 340,00 (2010).
La cantidad de etiquetas y pegatinas desechadas es enorme, ya que se utilizan en gran medida. Por ejemplo, una pequeña fábrica genera aproximadamente 25 toneladas de residuos por mes. El reciclaje mecánico de ese material es complejo, ya que los procesos de separación y molienda son costosos y difíciles de realizar, debido a la gran cantidad de pegamento que contienen las etiquetas y pegatinas. La ceniza de bagazo de caña de azúcar es otro residuo industrial sólido gestionado inadecuadamente.
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