Este trabajo tiene como objetivo evaluar el comportamiento de recubrimientos termoplásticos anticorrosivos en chapas de acero laminadas en frío. Se estudiaron dos tipos de recubrimientos termoplásticos: poliestireno (PS) y almidón de maíz. Estos tipos de recubrimientos se aplican para la protección contra la corrosión durante el transporte y el almacenamiento de las chapas de acero después del laminado en frío hasta su entrega para el estampado u otro procesamiento.
El buen rendimiento de estos revestimientos está adecuadamente normalizado según las normas ABNT NBR 5915-2: 2013 y ASTM A1008 / A1008M-2016. De acuerdo con las pruebas de corrosión realizadas en cámara salina, los revestimientos fueron satisfactorios en diferentes grados de garantía de protección contra la corrosión en acero ASTM 1080, de acuerdo con las normas mencionadas.
INTRODUCCIÓN
El recubrimiento de superficies metálicas con polímeros es un método protector utilizado como barrera física en superficies metálicas para proteger contra el ataque de especies corrosivas (por ejemplo, O2 y H+). Sin embargo, los recubrimientos poliméricos no son permanentemente impenetrables; una vez que se forman defectos en los recubrimientos, se crean vías para que las especies corrosivas dañen el sustrato metálico, y se produce corrosión localizada.
Según la norma ABNT NBR 5915-2:2013, se esperan cargas inferiores a 2 kbar para el uso de recubrimientos de acero para estampado. En este caso, los recubrimientos de poliestireno se vuelven perfectamente aplicables, considerando que su resistencia es de 4 kbar.
Según la literatura, los recubrimientos de almidón con estructuras modificadas son alternativas renovables en comparación con los recubrimientos de fuentes fósiles, como el poliestireno. El recubrimiento de almidón presenta hidrofilicidad, lo que puede trabajarse en términos de biodegradabilidad del recubrimiento. Este tipo de recubrimiento también puede modificarse a una condición menos hidrofílica.
El almidón está compuesto químicamente por dos polisacáridos, amilosa y amilopectina. El almidón puede convertirse en materiales termoplásticos mediante métodos convencionales (extrusión, moldeo por inyección) en presencia de plastificantes, como agua y polioles de bajo peso molecular. También se puede aplicar la técnica de colada.
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