El examen de los aceros de bajo contenido en carbono resistentes a la corrosión atmosférica se ha venido planteando como un problema desde hace muchos años. De hecho, estos aceros tienen una gran importancia para las estructuras de ingeniería civil, que estarán expuestas a condiciones atmosféricas cambiantes en las próximas décadas o siglos. Dado que la contaminación atmosférica es más evidente hoy en día, es decir, más agresiva, la importancia de dicho examen es muy significativa. Esto es importante para la selección de materiales más adecuados, así como para la seguridad de las estructuras, incluida la realización de efectos económicos esenciales.
INTRODUCCIÓN
El desarrollo técnico hizo posible que la corrosión de la superficie del metal se redujera con la ayuda de productos de corrosión ya formados, es decir. capa corroída (de hecho, el método más extendido de protección de metales mediante pintura superficial, pero es costoso y, a menudo, técnicamente limitado).
Hace más de 50 años se inició en USA con la producción en masa del acero resistente a la corrosión atmosférica bajo el título COR-TEN (COR - Corrosión, R - Resistencia, TEN - Resistencia a la tracción). Sobre esta base, se ha iniciado la producción de aceros iguales o similares en todo el mundo.
Hoy en día casi todos los países industrializados producen estos aceros, y en Alemania se les conoce con el nombre: “Wetterungsbestandige Stáhle” o “Korrosionstrage Stahle” [1].
Sin embargo, la definición breve y precisa del concepto de aceros de baja aleación resistentes a la corrosión atmosférica es muy difícil porque no es posible definir límites estrictos entre estos aceros y los que no lo son. Excepto que, las propiedades de corrosión dependen en gran medida de las llamadas influencias externas del "microclima (local)". Sin embargo, es posible decir que:
- se trata de aceros de baja aleación, que se diferencian de los aceros estructurales en su comportamiento frente a la corrosión. Estos aceros, debido al micro contenido de ciertos metales o elementos no metálicos residuales (0,5 % Cu, 0,8 % Cr, 0,5 % Ni y 0,1 % P), muestran para el mismo período de tiempo despreciable pérdida de peso en comparación con los aceros no aleados. Eso significa que bajo la influencia de la atmósfera se forma una capa corroída delgada, estable y fuertemente adherida, que protege al metal de una mayor corrosión;
- Los aceros aleados resistentes a la intemperie no son materiales inoxidables. Por eso se añaden algunos elementos, cuyas cantidades no son importantes. Por lo tanto, son notables para formar capas pasivas como lo son los aceros Cr o Cr-Ni de alta aleación;
- el período de tiempo en el que se trata de la estabilización de los procesos de corrosión es más largo (alrededor de 2 años) para los aceros de baja aleación y el mecanismo de realización de la protección anticorrosiva es más complicado que para los aceros de alta aleación o para cualquier otro metal;
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