En una situación de creciente competencia, cambios frecuentes en las tendencias del mercado, ciclos cada vez más cortos de productos y técnicas de producción, la capacidad de respuesta elástica de la empresa es una de las prioridades de las empresas metalúrgicas. La base de la aplicación eficaz de nuevas soluciones, y la rápida obtención de la plena eficiencia de las soluciones que se realizan en la organización son los trabajadores con altas competencias, que son capaces de trabajar en nuevas situaciones. Un sistema adecuado de gestión de recursos humanos, que sea capaz de conectar las competencias de los trabajadores con las nuevas técnicas, se convierte en una función de significado estratégico. En este artículo se presenta un método de gestión de las competencias de los trabajadores mediante el uso de carteras de competencias para puestos de trabajo.
INTRODUCCIÓN
Las competencias de un trabajador se pueden definir como su capacidad para llevar a cabo tareas específicas. Esta noción comprende todo un conjunto de rasgos de la personalidad del trabajador, calificaciones, destrezas y habilidades que son importantes desde el punto de vista del correcto funcionamiento de un proceso productivo. El efecto de las actividades realizadas puede ocurrir como resultado de la activación de un solo tipo de competencias; la mayoría de las veces, sin embargo, es la consecuencia de la acción de muchos de ellos.
Los procesos de gestión de las competencias de los trabajadores, así como su desarrollo, son de crucial importancia para el funcionamiento de las empresas [1]. Este problema se puede considerar en muchos planos. Desde el punto de vista de una organización, la identificación adecuada de las necesidades de calificación permite que se brinde ese único tipo de capacitación que realmente mejorará la calificación de los trabajadores. Esto permitirá reducir las pérdidas financieras como consecuencia de elegir direcciones de desarrollo incorrectas. Las carteras de competencias -y más concretamente, las diferencias entre carteras para distintos puestos de trabajo- también son una importante fuente de información, tanto para los trabajadores como para la organización [2].
Gracias a ellos, los trabajadores tienen la oportunidad de planificar individualmente su desarrollo, lo que les permitirá alcanzar los puestos previstos en la jerarquía de la organización. Para la organización, por otro lado, los portafolios de competencias permiten que los trabajadores se ajusten adecuadamente a los respectivos puestos de trabajo, donde sus habilidades y calificaciones se pueden utilizar de la mejor manera.
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