Desarrollar técnicas rentables que contribuyan a la fitoestabilización de suelos gravemente contaminados por metales es una tarea necesaria en la investigación medioambiental. Los polímeros insolubles hidrófilos se han utilizado durante algún tiempo en pañales y otros productos higiénicos y para aumentar la capacidad de retención de agua de los suelos de textura gruesa. Estos polímeros contienen grupos, como los carboxilos, que son capaces de formar enlaces con cationes metálicos, disminuyendo así su biodisponibilidad en los suelos. El uso de polímeros de poliacrilato como enmiendas del suelo para restaurar los suelos contaminados por metales se ha investigado en la Universidad Técnica de Lisboa desde finales de los años noventa. Se utilizó el crecimiento de las plantas y las concentraciones de nutrientes vegetales, los niveles extraíbles de metales en el suelo y las actividades enzimáticas del suelo para controlar la mejora de la calidad del suelo tras la aplicación de estos polímeros. En los suelos contaminados, los polímeros insolubles hidrofílicos pueden crear microcosmos ricos en agua y nutrientes (contraiones) pero que sólo contienen pequeñas concentraciones de elementos tóxicos; las condiciones de estos microambientes son favorables para las raíces y los microorganismos. En este trabajo describimos la información más relevante disponible sobre este tema.
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