Este artículo propone el uso del Análisis de Brechas de Mejora (AGM) como método para gestionar los compromisos, o trade-offs, de las estrategias operativas. Se aplicó una encuesta cuantitativa a 32 clientes de un fabricante de muebles, que recibieron sus productos debidamente instalados en sus hogares entre enero y septiembre de 2012, midiendo el rendimiento actual y el nivel de satisfacción e insatisfacción esperado por los clientes como resultado de los cambios en el rendimiento de las estrategias operativas. Este estudio demuestra que a través de la utilización del IGA - Improvement Gap Analysis es posible verificar el impacto de los cambios en el desempeño de las estrategias operacionales a través de la satisfacción de los clientes. Una limitación de esta investigación proviene de la metodología IGA - Improvement Gap Analysis en lo que se refiere a la utilización de la insatisfacción del cliente como medida de la relevancia de las estrategias operativas. Otra limitación es que este estudio analizó los cambios en el rendimiento de las estrategias operativas denominadas calidad, flexibilidad, rapidez, fiabilidad y costes. Sin embargo, en la literatura se presentan otras posibles estrategias operativas o criterios competitivos, por lo que se necesitan futuras investigaciones empíricas para verificar posibles conflictos de recomendaciones de gestión entre los respectivos criterios. Los gestores deben ser conscientes de la orientación de las mejoras en las estrategias operativas y, en las posibles situaciones de conflicto inherentes al proceso de gestión de las operaciones trade-offs, de qué estrategia operativa puede reducirse su rendimiento sin generar una insatisfacción significativa del cliente. Las prioridades de mejora recomendadas por los métodos basados en la importancia declarada pueden ser erróneas, ya que la importancia declarada por los clientes puede cambiar en función del rendimiento. IGA puede ser una alternativa viable, ya que es posible definir no sólo "qué mejorar", sino también "cuánto mejorar" en relación con el rendimiento de las estrategias operativas. El rendimiento de las estrategias operativas se ha gestionado desde la perspectiva de una importancia fija y definiendo únicamente "qué mejorar". Sin embargo, la importancia puede cambiar en función del rendimiento y puede ser necesario definir "cuánto mejorar". Este artículo confirma que la importancia de la estrategia operativa cambia en función del cambio en su rendimiento, y propone el uso del método IGA con un ajuste importante, no sólo definiendo la suficiencia de la mejora, sino también la configuración del cambio en las estrategias operativas.
1. INTRODUCCIÓN
La función de producción organizacional puede ser una restricción para la supervivencia de las empresas, o una fuente de riqueza capaz de proporcionar viabilidad financiera; o justificar la posible expansión de la empresa (Skinner, 1969).
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