Cualquier masa sin compensar al norte de las Montañas de los Andes se encuentra presumiblemente bajo presión para ajustarse en la Tierra a su estado ideal de equilibrio isostático. La Isostasia es el estado ideal que cualquier masa sin compensar busca a través del tiempo. Estas presiones interactúan con los movimientos relativos de las placas adyacentes para producir terremotos a lo largo de los límites entre las placas. Al combinar los estimados de la gravedad de MOHO y discontinuidades de la corteza con catálogos sismológicos históricos e instrumentales, la correlación entre terrenos isostáticamente anómalos y la sismicidad ha sido establecida. Las regiones delgadas y gruesas de la corteza han sido cartografiadas desde la curvatura original cero de los espesores estimados de la corteza. Estos límites o bordes de las variaciones de espesor de la corteza fueron comparadas con discontinuidades de la corteza inferidas de anomalías magnéticas y gravimétricas, y los patrones de sismicidad que han sido catalogados en los últimos 363 años. La sismicidad es muy intensa a lo largo de las zonas de colisión de Nazca-Norte de los Andes, Caribe-América del Norte y el Norte de los Andes-Sur América y se encuentra asociado con esfuerzos tectónicos regionales compresionales que localmente han aumentado y/o disminuido por esfuerzos compresionales y tensionales respectivamente, debido a las variaciones de espesor de la corteza. La alta sismicidad se encuentra asociada con el límite de placas divergente de Nazca-Cocos, mientras que la baja sismicidad se encuentra asociada con la falla de transformación de Panamá-Nazca y la placa suramericana.
INTRODUCCIÓN
El aumento del número de redes sismológicas establecidas durante el siglo pasado permitió descubrir que los terremotos no se distribuyen al azar, sino que tienden a producirse a lo largo de cinturones sísmicos bien definidos (Shearer, 1999). Estos cinturones se concentran en gran medida a lo largo de los márgenes de las placas tectónicas que se desplazan lentamente a lo largo del tiempo geológico. Los movimientos relativos entre las placas adyacentes dan lugar a terremotos a lo largo de los límites de las placas que incluyen dorsales oceánicas en expansión, zonas de subducción convergentes, límites de placas continentales en colisión y fallas de transformación a lo largo de las cuales se cizallan entre sí (Bird, 2003; Turcotte y Schubert, 2002; Cediel et al.,2003). En el noroeste de Sudamérica, la mejora de la instrumentación y la ampliación de las redes sismológicas han permitido elaborar catálogos relativamente completos y precisos de la localización de los terremotos y de los movimientos del terreno.
La respuesta del suelo durante un terremoto suele atribuirse a la teoría del rebote elástico, según la cual la baja acumulación de tensión de cizallamiento en un punto a lo largo de una falla se acumula hasta que se supera la resistencia elástica de la roca y ésta se fractura liberando energía para producir el terremoto (Reid, 1906 en Shearer, 1999).
Esta es una versión de prueba de citación de documentos de la Biblioteca Virtual Pro. Puede contener errores. Lo invitamos a consultar los manuales de citación de las respectivas fuentes.
Artículo:
Discurso sobre los terremotos
Artículo:
Un nuevo método para investigar la dinámica de la presión inestable y la productividad de los yacimientos de permeabilidad ultrabaja
Artículo:
Inversión de la resistividad de CC en 3D con topografía basada en el método de gradiente conjugado regularizado
Artículo:
Análisis de estabilidad de taludes bajo un estado de tensión complejo con flujo de filtración saturado y no saturado
Artículo:
Estudio sobre los métodos de disposición de las perforaciones para la extracción de gas mediante ranuras hidráulicas en el túnel de vetas de carbón de larga distancia