Así, AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, está desarrollando nuevas soluciones en el marco del proyecto DEGLUMED que permiten avanzar hacia una medicina cada vez más personalizada con fármacos adaptados a las necesidades de los pacientes. En esta iniciativa, financiada por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE), se ha centrado en el diseño de medicamentos y nutracéuticos que resulten fáciles de tomar, a través de tecnologías como hot melt extrusion o compounding farmacéutico, y la impresión 3D.
DEGLUMED, en palabras de la investigadora principal del proyecto, Raquel Llorens, “aborda los desafíos de medicamentos comunes que no son efectivos para tratar a un gran número de pacientes y el aumento de los costes de la atención médica debido a enfermedades crónicas más prevalentes y al envejecimiento de la población. Y es que muchos medicamentos están disponibles en formas sólidas de dosificación oral, como tabletas y cápsulas, y para algunas personas resultan difíciles de ingerir. El sabor también influye a la hora de tragar un medicamento, lo que puede causar su rechazo y expulsión si se detecta en el momento de la toma”.
Una solución para reducir costes y materiales
En este sentido, la tecnología de hot melt extrusion empleada en el proyecto permite el desarrollo de fórmulas complejas. De esta manera, permite conseguir películas bucodispersables en un único paso, además de la obtención de filamento si se requiere para una posterior impresión por deposición en fundido (FDM) o la utilización de los ‘pellets’ o granza para la impresión directa con impresoras que están preparadas para trabajar con este formato.
Del mismo modo, según explica Llorens “esta tecnología supone un ahorro de energía y permite una mayor reproducibilidad y biodisponibilidad del fármaco, además de evitar el uso de disolventes. Asimismo, la impresión 3D destaca por ventajas como la personalización, la impresión de estructuras complejas combinando diferentes materiales, el ahorro de materiales, la versatilidad o la producción de series cortas con costes asequibles, entre otros”.
AIMPLAS lleva a cabo estas investigaciones con la colaboración de empresas que cubren todas las aplicaciones el proyecto, desde la fabricación de medicamentos, complementos alimentarios, suplementos para mascotas o productos cosméticos hasta la impresión 3D. En concreto, las empresas participantes son Especialidades farmacéuticas Centrum (ASACPHARMA), NUTRISPAIN e IT3D.
Este proyecto cuenta con la financiación del IVACE a través de los fondos FEDER de la UE, dentro del Programa Operativo FEDER de la Comunitat Valenciana 2021-2027. Estas ayudas están dirigidas a centros tecnológicos de la Comunitat Valenciana para el desarrollo de proyectos de I+D de carácter no económico realizados en cooperación con empresas para el ejercicio 2022.
AIMPLAS es el Instituto Tecnológico del Plástico ubicado en Valencia y está inscrito en el Registro de Centros Tecnológicos del Ministerio de Economía y Competitividad. Pertenece a la Federación Española de Centros Tecnológicos, FEDIT, y a la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana, REDIT.
El arsénico (As) está presente de forma natural y en niveles altos en las aguas subterráneas de países como Argentina, Bangladesh, Camboya, Chile, China, Estados Unidos, India, México, Pakistán y Vietnam, como señala la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune que se desarrolla cuando el sistema inmunitario ataca y destruye las células beta pancreáticas, las cuales se encargan de producir insulina, la hormona que le permite a la glucosa que circula en la sangre entrar en las células y transformarse en energía.
Los investigadores del WHOI aseguran que el material desarrollado, apto para sustituir a la espuma de poliestireno, "se degrada en el océano más rápido que cualquier otro material plástico conocido, incluso más rápido que el papel".
AVEP, la Asociación Valenciana de Empresas del Plástico, y AIMPLAS celebraron ayer su XXII Encuentro Anual del Sector del Plástico en el que reconocieron la aportación a la sociedad y a la economía de esta industria a través de sus empresas. Este sector representa el 5,3 % del PIB regional y el 1,8 % del nacional, con cerca de un millar de empresas en la Comunidad Valenciana y casi 4000 en toda España y da empleo a más de 15 000 personas en la Comunidad y a más de 90 000 en el conjunto del país.
Las edificaciones son responsables de cerca del 40 % del consumo energético y el 36 % de las emisiones de CO2 en Europa. Los materiales de construcción termoaislantes, tanto para nuevos edificios, como para los que necesitan rehabilitación, constituyen una oportunidad para mejorar el aislamiento y contribuir a reducir la huella de carbono del sector mediante el ahorro de energía.
A partir de residuos de la planta de sisal (Agave sisalana) se elaborarían productos cosméticos naturales como hidratantes, fotoprotectores y aclaradores para la piel; así mismo, con las partes que no se aprovechan de las naranjas o del café se pueden elaborar vinos cuya producción sirva como emprendimiento en regiones con alta dependencia del cultivo de coca; y del fruto del árbol de la jagua (Genipa americana) se obtiene un tinte o colorante azul con gran proyección industrial.