AIMPLAS, Covinil y Eroski han puesto en marcha el proyecto BOTTLE4FLEX para desarrollar envases flexibles skinpack 100 % reciclables utilizando rPET. El skinpack crea una “segunda piel” invisible alrededor del producto, que permite a los consumidores examinar su calidad y mejora la experiencia de compra con una presentación 3D y apertura fácil. Este tipo de envase es atractivo tanto para consumidores, por su aspecto premium, como para productores y distribuidores, por su rentabilidad y flexibilidad. Sin embargo, a pesar de su popularidad y eficiencia en espacio y transporte, estos envases multicapa presentan dificultades significativas para ser reciclados.
Mediante innovaciones en reciclado químico y tecnologías de polimerización, el consorcio de este proyecto quiere superar los retos del reciclaje de envases flexibles de PET multicapa, promoviendo la sostenibilidad y el uso eficiente de materiales reciclados en la industria alimentaria. La investigación está financiada por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y por la Unión Europea a través de los fondos Next Generation en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Para cumplir con la Estrategia Europea de Economía Circular, es esencial investigar y desarrollar films monomateriales con alta flexibilidad, propiedades barrera y capacidad de termosellado, basados en rPET, el material más usado en barquetas y el único reciclado actualmente en España, aunque principalmente para envases rígidos, donde la demanda supera la oferta. Para esto, es necesario desarrollar nuevos sistemas de reciclaje y circularidad de residuos de envases.
Así, el proyecto BOTTLE4FLEX se centra en promover procesos de solvólisis para el reciclado y en modificar las propiedades del PET mediante despolimerización parcial. Además, también busca integrar tecnologías innovadoras como la extrusión reactiva, así como el empleo de monómeros y aditivos que incrementen la flexibilidad del PET reciclado. Todo ello, con el fin de desarrollar métodos sostenibles y eficientes que impulsen la circularidad de los plásticos y fomenten nuevos modelos productivos circulares.
Proyecto CPP2021-008773 financiado por MICIU/AEI/10.13039/ 501100011033 y por la Unión Europea NextGenerationEU/ PRTR
AIMPLAS es el Instituto Tecnológico del Plástico ubicado en Valencia y está inscrito en el Registro de Centros Tecnológicos del Ministerio de Economía y Competitividad. Pertenece a la Federación Española de Centros Tecnológicos, FEDIT, y a la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana, REDIT.
Vivimos en un mundo en el que cada recurso, cada minuto, y cada céntimo invertido tiene que rendir al máximo. La optimización se ha convertido en el motor que impulsa la eficiencia. Cuando sabes exactamente qué y cómo optimizar, reduces costes, aceleras los tiempos de entrega y aligeras la carga de tus empleados, permitiéndoles centrarse en lo que realmente importa.
La compañía probará esta tecnología, patentada por investigadores del IMB-CNM-CSIC, que permitirá instalar sensores que se autoalimentan a partir de vibraciones y movimiento convertidos en energía eléctrica.
Una nueva investigación muestra que los filtradores logran un equilibrio natural entre permeabilidad y selectividad que podría orientar el diseño de sistemas de tratamiento de agua.
La Universidad Nacional de La Plata sigue avanzando y está a un paso de poner en funcionamiento la primera Planta Nacional de Desarrollo Tecnológico de Celdas y Baterías de Litio de América Latina.
Realizar un deporte está asociado al riesgo de lesiones derivadas de prácticas inadecuadas, falta de equipo y un incorrecto o nulo calentamiento previo. Las lesiones no sólo pueden afectar a los atletas profesionales, sino a cualquiera que haga ejercicio. Entre las más frecuentes se encuentran las distenciones musculares, esguinces, desgarres, fracturas, contusiones y lesiones del cartílago.
Si nos paramos a pensar, la transformación que han tenido los procesos industriales en las últimas décadas ha sido impresionante. La industria, como la conocemos hoy en día, comenzó con un cambio radical en la sociedad durante el siglo XVIII. La Revolución Industrial impulsó el uso de la máquina de vapor y los procesos mecánicos en las fábricas, y esto ha ido evolucionado durante los siglos hasta dar lugar a nuevas revoluciones. La electricidad en el siglo XIX, la automatización en el XX y la llegada de los primeros sistemas computarizados en los 70 fueron hitos que impulsaron el progreso de forma exponencial. Todo esto se ha ido alcanzando con el fin de mejorar la productividad industrial.