Fue la primera mujer en ser reconocida como paleontóloga. Gran coleccionista y comerciante de fósiles autodidacta. Logró reconocimiento mundial por sus importantes hallazgos de los lechos marinos del período Jurásico (el ictiosaurio, el plesiosaurio y el primer esqueleto completo de pterosaurio encontrado fuera de Alemania) en la localidad inglesa Lyme Regis donde vivía. Su trabajo científico constituye un gran aporte a los cambios fundamentales a principios del siglo XIX en la manera de entender la vida prehistórica y la historia de la Tierra.