Ingeniero, traductor, educador y poeta sobreviviente de las dos explosiones atómicas de la segunda guerra mundial.
A mediados de los años cuarenta Japón resistió y luchó sin descanso durante seis meses de intensos bombardeos. El presidente de los Estados Unidos Harry S. Truman, en un intento por culminar el conflicto, tomó la decisión de bombardear nuclearmente dos ciudades de Japón: Hiroshima y Nagasaki.
El 6 de agosto 1945 Tsutomu Yamaguchi, con 29 años de edad, se encontraba en un viaje como jefe de proyecto y supervisor en un astillero ubicado la ciudad de Hiroshima. A las 8:15 horas escuchó el sonido estruendoso de un avión y vio cómo cayó la bomba Little Boy (en español, muchacho o niñito). Yamaguchi logró meterse en una pequeña zanja aproximadamente a tres kilómetros del punto de detonación, aún así, el impacto nuclear lo lanzó volando varios metros por el aire.
En una entrevista para la revista Times comentó: “Cuando abrí los ojos todo estaba oscuro, no podía ver muy bien; fue como cuando estás en el cine antes de que empiece la película”. Tsutomu sufrió quemaduras graves en el rostro y los brazos, además, sus tímpanos se reventaron. Aturdido y consternado se levantó para visualizar ante él una nube de humo sobre las ruinas de lo que había sido la gran ciudad de Hiroshima.
Al día siguiente lo enviaron totalmente vendado en tren a su casa en Nagasaki (a 400 kilómetros de distancia de Hiroshima), sin imaginarse que dos días después esta ciudad sería azotada por otra bomba nuclear. El 9 de agosto de 1945 estalló en Nagasaki el arma nuclear denominada Fat Boy (en español, Gordo). Yamaguchi se encontraba en la sede de Mitsubishi contando lo que había pasado en Hiroshima, según cuenta él a las 11:05 horas: “Le estaba contando a mi jefe de Nagasaki que una bomba había arrasado con toda la ciudad de Hiroshima, él me decía que yo estaba loco cuando al mismo tiempo cayó la bomba sobre Nagasaki”.
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