Sebastián Escobar Parra
PhD. Ingeniería química, Universidad Complutense de Madrid
Madrid, España
Investigador, Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica), C.I.
Tibaitatá,
Mosquera, Cundinamarca, Colombia
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Planificación tecnológica, competitividad y desarrollo de capacidades locales para posicionar a Colombia como productor de cacaos especiales
Recientemente, Ríos, Ruiz, Lecaro y Rehpani (2017) han planteado una categoría de bastante alcance e interés para el mundo cacaotero: los cacaos especiales, en la que se incluye el segmento de los cacaos finos y de aroma (FFC) . El mercado de los cacaos especiales ha comenzado a crecer muy rápidamente en los últimos años, es altamente especializado y segmentado, cuenta con sus propias características de oferta y demanda, y está ligado a procesadores y consumidores que demandan productos con atributos consistentes, verificables y diferenciadores por los que se pagan precios superiores, que se traducen en mejores ingresos y mayor bienestar para los productores, y no necesariamente están relacionados de manera exclusiva a las propiedades organolépticas típicas del FFC (ICCO, 2017).
Además de poseer perfiles sensoriales destacados —notas a flores, frutas, caramelo, nuez, chocolate, entre otros—, los FFC también se caracterizan por tener factores diferenciadores como el origen, las certificaciones obtenidas por sus productores, la trazabilidad, la singularidad —e.g. cultivos con alta especialización en áreas de producción restringida—, etc. (Ríos et al., 2017). Otra de sus ventajas es que sus precios son independientes del precio del mercado internacional fijado en las bolsas de Londres y Nueva York y, según el mercado objetivo, puede venderse hasta con primas superiores a US$ 1000 por tonelada, como es el caso del Cacao Premium de Origen sobre el precio del cacao convencional (ICCO, 2017; Ríos et al., 2017).
El negocio del cacao para Colombia debería contar con políticas territoriales dirigidas a que los productores o el sector cacao en las distintas regiones productoras potencien sus particularidades diferenciadoras, estén en la capacidad de generar un producto valorizado por atributos de calidad sobresaliente que les permita acceder a segmentos especiales, posicionarse, aumentar su cuota de participación en dicho mercado, o simplemente que genere para los productores empoderamiento y capacidad de negociación gracias a la calidad diferenciada de sus productos, más aún si se piensa como una alternativa al mercado nacional.
Aunque Colombia es un gran consumidor de cacao, considerando que el 74,5 % de la producción total del cacao se queda al interior del país (Red Nacional Cacaotera, 2016)...
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