No sólo mata el que asesta el golpe, sino los que han avivado su odio
Escritora rusa conocida por haber estado presa durante 18 años en un Gulag del régimen comunista
Eugenia Guínzburg (en ruso Yevguenia Solomónovna Guínzburg) fue una escritora rusa. Su juventud ocurrió en el marco de la caída del zarismo, la revolución rusa y el establecimiento de la Unión Soviética. Como muchos otros jóvenes, creía en los ideales del comunismo y hacía parte del Partido. Sin embargo, fue víctima de La gran purga: una política estatal de persecusión, tortura y ejecución dirigida a los intelectuales soviéticos durante el gobierno de Iosif Stalin. En su libro El vértigo, de carácter autobiográfico, narra con dureza no solo las injusticias del gobierno, sino cómo la participación de la ciudadanía ayudó a cimentar un sistema totalitario.
Provenía de una familia judía de Moscú. Sus padres fueron Solomon Natanovich Ginzburg (un farmacéutico) y Revekka Markovna Ginzburg. En 1909 la familia se trasladó a Kazán. Allí, en 1920, Eugenia ingresó a la Universidad Estatal, donde estudió ciencias sociales y después pedagogía. Se casó con el doctor Dmitri Fiódorov y tuvo un hijo, Alekséi Fiódorov, en 1926, quien falleció durante la ocupación nazi de Leningrado. Cuatro años más tarde volvió a contraer nupcias. Esta vez con el alcalde de Kazán, Pável Aksiónov. Con quien, en 1932, tuvo un segundo hijo: Vasili Aksiónov. Ginzburg se vinculó al Partido Comunista y consiguió una posición como profesora de historia y literatura en la Universidad Estatal de Kazán, cargo que asumió en 1934. Gozaba de un buen nivel de vida. Sin embargo, en 1935 se vio obligada a dimitir.
En los años 30 el gobierno de Stalin comenzó a asesinar a los opositores políticos. Las primeras víctimas fueron aquellos líderes que hasta entonces habían sido aliados en la revolución y el establecimiento del comunismo. Entre ellos se destaca Serguéi Kírov, a raíz de cuyo asesinato, en 1934 comenzó una persecución sistemática.