Saberes ancestrales en comunidades agrarias : la experiencia de Asopricor (Colombia)
Ancestral knowledge in agricultural communities : the experience of Asopricor (Colombia)
En el artículo se describe cómo algunas comunidades campesinas del Tequendama y el Alto Magdalena lograron establecer un diálogo con dos instituciones de educación superior: La Corporación Universitaria Minuto de Dios (Colombia) y la Universidad de Algoma (Canadá). El tema propuesto para el diálogo fueron los saberes ancestrales de los campesinos y sus posibles implicaciones en el ámbito académico; también las repercusiones sociales, económicas y políticas que estos saberes tienen para los campesinos y sus organizaciones. Esta experiencia se presenta como alternativa metodológica para validar conocimientos y prácticas rurales. Las prácticas y saberes titularían inicialmente a los propios campesinos y serían ellos, en compañía de las comunidades e investigadores universitarios, quienes preparen a los futuros profesionales del campo colombiano.
INTRODUCCIÓN
Asopricor (Asociación para la Promoción Integral de Comunidades Rurales) es una organización que reúne a más de treinta asociaciones campesinas ubicadas en las regiones del Tequendama y el Alto Magdalena, departamento de Cundinamarca. El propósito de esta organización es el de permitir la participación social y política de los hombres y mujeres del campo en las regiones del Alto Magdalena y del Tequendama en Cundinamarca, así como el fomento de su sostenibilidad económica en el largo plazo.
Como asociación campesina Asopricor remonta sus orígenes al año 1978, cuando un grupo de campesinos se congregaron en torno a la diócesis de Girardot para conformar comunidades solidarias y fraternas que hicieran frente a la agresión y violencia de los grupos armados que por aquellos años aparecieron en el departamento de Cundinamarca. Inicialmente, el nombre que se dieron fue Pricor.
Luego de unos años de trabajo con la diócesis, en los que se realizaron constantes campañas de alfabetización y evangelización, Pricor se desvinculó de la Iglesia y pasó a ser Asopricor, asociación que trabaja hoy, 36 años después, por la dignidad campesina y el fortalecimiento de sus líderes y animadores comunitarios. La suya es una hazaña poco usual en un país latinoamericano, pues a lo largo de casi siete lustros han logrado mantener viva una organización social y campesina en medio de circunstancias adversas, enmarcadas por la violencia, la marginación y el desplazamiento forzoso.
A lo largo de las tres últimas décadas Asopricor ha fortalecido las agrupaciones campesinas del Tequendama y el Alto Magdalena, ha ejecutado campañas de capacitación y ha buscado asociarse con instituciones gubernamentales y no gubernamentales, instituciones educativas y técnicas para la preparación de hombres, mujeres, jóvenes y niños que integran sus asociaciones; también ha propiciado cooperativas y otras formas de organización campesina que apoyen y fomenten la actividad agraria y su justa comercialización.
Recursos
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Formatopdf
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Idioma:español
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