Community organization and water sustainability

Organización comunitaria y sustentabilidad del agua

Mediante el método cualitativo se analiza cómo las organizaciones comunitarias para el riego y para el consumo humano del agua hacen frente a la problemática de la sustentabilidad de este recurso en la región Lerma-Chapala de Michoacán, México. Los resultados muestran, por un lado, que las organizaciones se basan en arreglos consuetudinarios, buscan la distribución equitativa del agua y tienen una función de control sobre esta en forma de autogestión, con recursos propios, capacidades, saberes y marcos institucionales comunitarios. Por otro lado, hay evidencias de desgaste y presión hacia estas formas de acción colectiva, debido a las dinámicas productivas del modelo económico imperante. Como conclusión se anotan los aportes de estas organizaciones para la sustentabilidad del agua en la región.

INTRODUCCIÓN

El agua ha sido explotada intensamente para abastecer la agricultura de riego en la región Lerma-Chapala de Michoacán, México, tras el proceso de desecación del humedal de Chapala (Ciénega de Chapala) entre 1904 y 1910 (Boehm, 2002). Desde mediados del siglo XX, se ha observado un aumento de la de la demanda de agua en los centros de población de la zona, lo que va acompañado de un tratamiento ineficiente de las aguas residuales, la sobreexplotación de los acuíferos y la inconformidad social generalizada por la desigualdad en la distribución del agua. Este escenario revela una compleja dinámica relacionada con la gestión del agua; involucra mecanismos de acceso al agua de buena calidad, su demanda por parte de diversos actores, así como la gestión y el tratamiento del agua. Todo ello dificulta la implementación de procesos de sostenibilidad de un sistema de abastecimiento de agua que asegure tanto la calidad como la equidad, reconociendo además la importancia socioambiental de este recurso para la región.

​Sin embargo, la gestión del agua por parte de las organizaciones comunitarias en el noroeste de Michoacán, México -incluyendo grupos indígenas y campesinos, grupos de regantes y comités comunitarios de agua-, operan bajo arreglos consuetudinarios aprendidos a lo largo del tiempo que cumplen una función representativa en las comunidades relacionada con la asignación de responsabilidades de información, abastecimiento, monitoreo y control del agua. Estos sistemas de gestión del agua han generado resultados alternativos en cuanto a la solución de los problemas de contaminación y sobreexplotación del agua. Estos sistemas de gestión podrían ser considerados para diseñar procesos más equitativos para el acceso al agua, y para el uso y control de este líquido en la región; a través del trabajo colectivo y de mecanismos de control para asegurar el abastecimiento de agua, contrario a la lógica económica neoliberal que fomenta las desigualdades y conflictos entre los usuarios.

La gestión del agua por parte de estas organizaciones sociales está directamente relacionada con el territorio e implica el ejercicio de ciertos recursos, tanto tangibles como intangibles (información, materiales, usos, costumbres y medidas legales, etc.), y capacidades de decisión, todos ellos culturalmente reconocidos y aplicados por los miembros y las personas con las que interactúan.