Luisa Fernanda Velásquez Cardona
PhD. Biotecnología - Universidad Nacional de Colombia (Bogotá, Colombia)
Profesora del Programa de Ingeniería Ambiental, Fundación Universidad Autónoma (Bogotá, Colombia)
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Breve recorrido por la microbiología industrial

Los microorganismos —entiéndase bacterias, hongos, algas, algunos parásitos y virus— han sido unos silenciosos y fieles acompañantes de la humanidad a lo largo de su historia, Llevan a cabo diferentes procesos biológicos con el mero fin de sobrevivir y que, al mismo tiempo, son vitales para el resto de los seres de la naturaleza.

Una muestra de ello es la posibilidad de obtener compuestos para nutrirnos que nuestras células no serían capaces de asimilar si no fuera porque los microorganismos del suelo —base de la cadena trófica— los transforman del medio y los entregan a las plantas y animales que consumimos, razón por la cual no podemos alimentarnos de piedras o del aire. Otros ejemplos a nivel nutricional para resaltar son las fermentaciones tradicionales de hongos utilizadas en Asia y África para la producción de alimentos, así como el desarrollo empírico de la producción de vino, vinagre, cerveza o sake.

Asimismo, es oportuno nombrar los microorganismos que conviven de una forma completamente mutualista con nosotros. En una conferencia impartida por Bonnie L. Bassler, directora del Departamento de Microbiología de la Universidad Princeton, ella destaca que:

[...] usted tiene cien billones de células bacterianas en usted o sobre usted en cualquier momento en su vida. Así, hay [diez] veces más células bacterianas que células humanas en un ser humano [...] Ellas digieren nuestra comida, fabrican nuestras vitaminas, y en realidad educan a su sistema inmunológico para mantener a los microbios malos fuera. Así que hacen todas estas cosas sorprendentes y nunca reciben nuestro agradecimiento por ello¹.

Sin embargo, y a pesar de tantas maravillas, los microorganismos no lograron ser visibles en la historia humana por dichas virtudes, sino más bien por su mala fama como agentes patógenos, ya que algunas especies tienen la necesidad de infectar tejidos humanos como medio de sobrevivencia, generando enfermedades que han sido capaces de acabar con poblaciones enteras. Aunque las consecuencias de estas afecciones no fueron la mejor reputación para la nueva ciencia denominada microbiología, fueron el inicio de una alternativa prometedora para la humanidad que, con los años, ha descubierto un potencial tecnológico más allá del área de la salud: la llamada microbiología industrial, disciplina que integra la industria...