Martha Eugenia Urán Jiménez
Docente, Departamento de Microbiología y Parasitología
Grupo de Micología Médica, Facultad de Medicina, Universidad de Antioquia
Hongos: ¿nobles o infames?
Fungus: noble or infamous?
La micología es una de las ramas de la microbiología que se encarga del estudio de los hongos, una de las más antiguas y exploradas por el ser humano, y sin embargo también ajena al conocimiento popular. Estos microorganismos eucariotas incluyen especies unicelulares y multicelulares, representadas por dos formas principales: mohos y levaduras, sin embargo, de acuerdo con su composición pueden aparecer muchas otras, entre ellas los llamados “macromicetos” que solo son la expresión de su reproducción. Hace no más de 50 años, este grupo de microorganismos fue el último en ser clasificado como un grupo independiente y ser incluido en el reino Fungi, debido a sus características taxonómicas y filogenéticas, entre ellas, su capacidad ancestral de generar una pared celular compuesta de quitina. Es de anotar, que este es uno de los grupos con mayor diversidad, incluyendo al menos seis millones de especies eucariotas con amplia distribución mundial, de las cuales se sabe que no más de unas 500 especies infectan vertebrados y de ellas unas 200 pueden estar asociadas con enfermedad en humanos, ya sea como miembros de nuestro microbioma, como comensales o como patógenos.
En general, los humanos y la mayoría de los mamíferos tienen resistencia a las infecciones fúngicas invasivas. Se cree que el origen de esta resistencia es una combinación de barreras mecánicas, inmunidad adaptativa y endotermia, que crea una zona térmica de restricción para a la mayoría de las especies de hongos. Sin embargo, las enfermedades fúngicas pueden aumentar cuando hay alteraciones a nivel de respuesta inmune, así como también del medio ambiente. Un ejemplo claro es el aumento en la temperatura.
Existe la preocupación de que el calentamiento global induzca la selección de agentes con mayor tolerancia al calor que puedan evadir nuestras defensas y la endotermia; permitiendo que microorganismos que están en la naturaleza como los mohos puedan transformarse y adaptarse a las condiciones térmicas de los mamíferos generando así nuevas enfermedades. Así es el caso de los hongos dimórficos térmicos, aquellos que sobreviven en el ambiente y se aprovechan del deterioro de la inmunidad de su posible hospedero; no solo por presencia de enfermedades como el VIH-SIDA, sino también por el uso de quimio y radioterapias como tratamientos alternativos en otras patologías y de terapias de inducción en trasplantes permiten el establecimiento de nuevas enfermedades infecciosas conocidas como infecciones fúngicas emergentes, al igual que el incremento en la prevalencia de alergias a hongos ambientales y, por supuesto, la evolución de patógenos fúngicos resistentes a algunas o todas las clases de antifúngicos.
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