Considerado el mejor poeta de Colombia y uno de los representante del romanticismo hispanoamericano. Rafael Pombo creó un sin número de obras literarias de gran valor para varias generaciones.
Y del rumor de ajenas alegrías sólo ecos melancólicos me llegan
Rafael Pombo, hijo de don Lino de Pombo y Ana María Rebolledo nació en Bogotá, Colombia en 1833. Desde muy pequeño comenzó a demostrar su talento en la escritura y a los 11 años ingresó al seminario donde realizó estudios de latín y posteriormente iniciaría los estudios en humanidades en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario (1846) y obtuvo además el grado de doctor en Matemáticas e Ingeniería del Colegio Militar en 1851, año en el que se une a la Sociedad Filotémica, compuesta por jóvenes conservadores que conspiraron contra el gobierno de José Hilario López.
A mediados del siglo XIX, los periódicos de las principales ciudades de Colombia (Bogotá, Cartagena y Medellín) publicaban traducciones de Los discursos de Lamartine y textos de Eugenio Sue y de Lord Byron, creando una atmósfera romántica entre los escritores de la época; la exaltación de la libertad y del individuo, culto al héroe, a la patria, al pasado, comunión con la naturaleza, énfasis en las emociones, en el amor, afán de trascendencia, culto a la misión sagrada del artista, inquietud metafísica por el más allá.
Este contexto impulsó a Rafael Pombo para dedicarse completamente a la poesía; por lo que se consagró como uno de los más grandes representantes del romanticismo hispanoamericano. A diferencia de otros artistas literarios influenciados por el romanticismo francés, Pombo tomó la influencia del romanticismo anglosajón.