Andrés Felipe Espinosa Pineda
Ingeniero de materiales, Universidad de Antioquia (Medellín, Colombia)
Estudiante de maestría en Materiales para Ingeniería
Universidade Federal de Itajubá (Itajubá, MG, Brasil)
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Bioplásticos: una realidad comercial
Los plásticos se han convertido en un segmento fundamental para el desarrollo del consumo moderno, a tal punto que cualquier cosa que compramos está fabricada con este material, tiene al menos una pieza plástica o en su producción o transporte fueron usados componentes de este tipo. Estos materiales son producidos tradicionalmente por la polimerización de compuestos derivados del petróleo y son tan diversos y versátiles que sus aplicaciones son numerosísimas. Sin embargo, esta versatilidad está acompańada de una desventaja ambiental: su incapacidad de biodegradarse.
Aunque existen procesos de reciclaje de materiales plásticos cada vez más eficientes y económicos, no es posible incorporar una cantidad suficiente de estos a dichos procesos. Ello provoca que un porcentaje importante de residuos sean descartados como basura, generando problemas ambientales serios. Según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (U.S. Environmental Protection Agency), en ese país se generaron 32 millones de toneladas de residuos plásticos en el 2011 y solo 8% de estos fueron reciclados. La cifra por sí sola ya es bastante desalentadora.
No obstante, dentro de ese panorama desalentador existe una alternativa sostenible a los plásticos tradicionales: los bioplásticos. Según la Asociación Europea de Productores Plásticos, la denominación bioplástico puede ser utilizada para dos tipos diferentes de productos: aquellos plásticos producidos a partir de materias primas renovables o biomasa —tales como cańa de azúcar, almidones, celulosa, entre otros— y plásticos enteramente biodegradables o compostables como el ácido poliláctico (PLA) y los polihidroxialcanoatos (PHA), por ejemplo.
El término bioplástico generalmente ocasiona confusión, ya que los plásticos basados en la biomasa no siempre son biodegradables y los plásticos biodegradables no siempre provienen de la biomasa. Por ejemplo, la empresa Braskem produce polietileno biobasado a partir de caña de azúcar, cuya huella de carbono es cero y cuyo final de vida es el reciclaje, ya que el polietileno biobasado no es biodegradable ni compostable....
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