Mauricio Alfredo Ondarza Beneitez
Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ)
Guadalajara, Jalisco, México
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Retos y avances de la biotecnología y su vinculación con la industria agroalimentaria

La biotecnología blanca o industrial (BI) es el máximo exponente de las aplicaciones a esta escala de la biotecnología, la cual se define como “el conjunto de empresas que fabrican industrialmente sustancias químicas o bienes de equipo y de consumo usando herramientas biotecnológicas” (Castells i Boliart, 2010, p. 171). Con ello se logra que los procesos de fabricación tengan un impacto ambiental menor, sin sacrificar su eficacia, prestaciones o rentabilidad. En los Estados Unidos y la Unión Europea se ha diseñado una estrategia a largo plazo para la BI en lo referente a la generación de productos y energía a partir de la biomasa.

Últimamente se está utilizando la BI como un factor de renovación tecnológica de sectores clásicos y muy maduros que tienen graves problemas de competitividad con los productores de países emergentes. Al incorporar esta renovación, las compañías disponen de nuevos productos y procesos patentables con mejoras en su eficiencia económica y medioambiental, hecho que les permite ganar competitividad y mercado frente a los productores de zonas en vías de desarrollo.

Asimismo, se está dando cada vez más importancia al aprovechamiento de los residuos de los procesos de elaboración de alimentos, lo cual contribuiría al desarrollo de nuevos productos alimenticios o fuentes de nutrientes para alimentación humana y animal. Existen diversos estudios que determinan la importancia de la composición de residuos agrícolas —en particular, provenientes de frutas y vegetales—, los cuales sostienen que la pulpa y cáscara de frutas son candidatas como medio de fermentación. Así, pulpas de manzana, cola amarga y durazno, la cereza en salmuera y los residuos de plátano, mango, piña y naranja han sido utilizados en estas investigaciones no solo para la producción de bioetanol mediante diferentes tipos de microorganismos, sino también para obtener goma xantana, vinagre, ácido cítrico y pectinasas.

A nivel mundial han tenido lugar notables esfuerzos y agronegocios que han revalorado el aprovechamiento de los residuos generados por actividades agroindustriales —con contenidos importantes de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes— en usos tales como nuevas formulaciones alimenticias, agregándoles así valor. La investigación científica y tecnológica es necesaria para garantizar un uso eficiente, económico y seguro de estos bioproductos.