Andrés Pérez Campo

Ingeniero en energía, Universidad Autónoma de Bucaramanga
Máster en Eficiencia Energética, Universidad de Cienfuegos
Consultor en gestión energética y energía solar. Director técnico de Seaisas (Bogotá, Colombia)
[email protected]

Optimización del costo y consumo energético a través de la energía solar y la eficiencia energética

Las empresas necesariamente requieren de energía en forma de electricidad, gas natural o diésel (u otras fuentes, según el caso) para generar los servicios energéticos de fuerza motriz, iluminación, climatización y computación, entre otros, que hacen posible su funcionamiento y la creación de los productos y servicios que entregan a sus clientes. El uso de esta energía representa un costo importante, el cual va en creciente aumento, dentro de la estructura de costos operacionales de las empresas, reduciendo los márgenes de utilidad y comprometiendo su competitividad, según el nivel de intensidad del uso energético.

Estos costos no pueden considerarse como inherentes al funcionamiento de la empresa, sino como costos variables que se pueden gestionar adecuadamente para alcanzar una optimización continua. Existen básicamente dos maneras de hacerlo. Por una parte, implementar medidas de eficiencia y gestión energética para la mejora de los procesos de transformación, distribución y uso final de la energía en todas sus formas, incluyendo no solo la actualización tecnológica, sino también la aplicación de mejores prácticas operacionales y de mantenimiento. La otra opción es generar su propia energía in situ a través de sistemas alternativos, tales como los solares fotovoltaicos.

Los sistemas solares fotovoltaicos son hoy día una tecnología madura y, en muchos casos, competitivos frente a la energía de la red eléctrica si se dimensionan, implementan y usan de forma adecuada según las necesidades específicas de la empresa. Si la aplicación de esta tecnología se articula con la implementación de medidas de eficiencia y gestión energética para optimizar el uso y el consumo energético y se realizan análisis detallados del comportamiento de la demanda energética horaria y del recurso solar disponible, sumado al conocimiento de los diferentes incentivos tributarios que brinda el gobierno colombiano después de la expedición de la Ley 1715 de 2014, generará grandes beneficios financieros, de confiabilidad e independencia energética, ambientales y de imagen a la organización.

Un hito trascendental para promover y viabilizar aún más la implementación de estos sistemas se presentó en febrero de 2018 cuando la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) de Colombia definió las condiciones para que los usuarios residenciales, comerciales y pequeños industriales que generen energía (principalmente para su autoconsumo) puedan vender los excedentes al Sistema Interconectado Nacional.