Influencia del nitrógeno en la producción del tomate (Lycopersicum esculentum L) sembrado en sustrato en Sutamarchán (Boyacá)

Nitrogen Influence in the Production of Tomato (Lycopersicum esculentum L.) Seeded in Substrate in Sutamarchán (Boyacá)

El nitrógeno es necesario en las plantaciones, pero debido a su ineficacia para absorberlo, sólo un pequeño porcentaje es asimilado por la planta y el resto se libera en el ambiente. El trabajo que se presenta aquí se centra en la evaluación del impacto de la contaminación ambiental por el nitrógeno del fertilizante, en la producción hidropónica de tomates. Para este estudio se tomaron muestras semanales de la solución nutritiva, del sustrato utilizado, del agua drenada y del material vegetal, como tallo, hojas y frutos, con el fin de determinar la concentración de nitrógeno útil en la planta de cultivo hidropónico de tomate, en el municipio de Sutamarchán (Boyacá). El contenido de nitrógeno aplicado a la planta, expresado en relación con la acumulación total, fue de 37,93 g. equivalente al 100 % del N aplicado. De este 100 % aplicado sólo el 36 % es absorbido por la planta y el resto, es descargado. Del total de N aplicado se drenan 0,22051 g (0,6%), 13.665 (36%) g son absorbidos por la planta y los 24.049 g restantes (63,4%) se acumulan en el sustrato. La investigación determinó que hay deficiencias significativas en la aplicación de N, ya que del 100% aplicado, sólo el 36% es asimilado por la planta. Esto indica que se debe reducir la aplicación de fertilizantes nitrogenados, racionalizando el suministro de nutrientes al cultivo de tomate, para reducir los impactos ambientales y optimizar el uso de los recursos. En este sentido, la dirección de la investigación sobre la mejor gestión de la fertirrigación en los sistemas hidropónicos de recirculación, contribuirá a un desarrollo más sostenible.

INTRODUCCIÓN

El nitrógeno se produce de forma natural, en el medioambiente, y constituye el 78% de la atmósfera terrestre; en su estado inerte no es perjudicial, sin embargo, las enormes cantidades de nitrógeno y sus compuestos, que se utilizan en la producción en masa de fertilizantes y en el uso de combustibles fósiles, son altamente reactivas (1).

El nitrógeno es necesario en las plantaciones, pero debido a la ineficacia de estas y de los animales para absorberlo, tan solo un diez o un quince por ciento del nitrógeno entra en el cuerpo humano en forma de comida; el resto es liberado al ambiente y se introduce en la atmósfera por combustión. Un solo átomo de nitrógeno podría crear una reacción en cascada que afectase el equilibro natural de los ecosistemas y, por lo tanto, a la salud humana (2). La contaminación por fertilizantes se produce cuando estos se utilizan en mayor cantidad de la que pueden absorber los cultivos, o cuando se eliminan de la superficie del suelo, por acción del agua o del viento, antes de que puedan ser absorbidos.