Efforts to reduce water losses in large water companies

Esfuerzos para reducir las pérdidas de agua en grandes empresas de agua

Las pérdidas de agua son inevitables y su cuantía puede variar en función del tipo de material, la estructura y los parámetros operativos de la red. La evaluación de las pérdidas de agua es una cuestión individual y debe hacerse en función de la longitud de la red. De acuerdo con los términos de la IWA (Asociación Internacional del Agua) se utiliza más el nivel económico de las fugas que el porcentaje de pérdida de agua. El documento se refiere a los esfuerzos para reducir las pérdidas en una de las mayores compañías de agua de Polonia, Cracovia. Estos esfuerzos deben llevarse a cabo de acuerdo con la estrategia establecida y tienen como objetivo optimizar los costes de funcionamiento de la empresa de agua.

INTRODUCCIÓN

Las pérdidas de agua siguen siendo uno de los problemas más importantes en la explotación de las redes de distribución de agua. Por desgracia, son inevitables en el proceso de suministro de agua. Pueden producirse en todas las fases del proceso de suministro de agua (captación, tratamiento, transmisión, distribución, retención). Si tenemos en cuenta los posibles cambios legales relativos al fenómeno de las pérdidas de agua, especialmente las pérdidas en la distribución a las compañías de agua, esta cuestión se convierte en un enorme desafío.

Las causas más importantes de las pérdidas de agua en la red son: fugas por conductos no estancos y por el tendido de la red, fallos en los conductos de suministro de agua, robo de agua. Sin embargo, las pérdidas de agua no sólo se deben a fugas o fallos en las infraestructuras, sino también al mantenimiento de la alta calidad del agua suministrada, por ejemplo, mediante el enjuague del sistema de agua.

Las pérdidas de agua en la red son, por definición, la diferencia entre el volumen de agua producida (bombeada al sistema de agua) y el volumen de agua vendida a los usuarios finales, por lo que su definición requiere equilibrar el agua en el sistema basándose en la medición del volumen de agua utilizada por los usuarios finales en una zona determinada y el volumen de agua suministrada a la zona (Kwietniewski, 2013; Rak, Sypień, 2013).

El volumen de pérdidas de agua viene determinado principalmente por las pérdidas de agua reales, es decir, las pérdidas derivadas del mal estado técnico y los fallos del sistema de abastecimiento de agua. En los últimos años se ha registrado una disminución de las pérdidas de agua, que se ha logrado principalmente gracias al control activo de las fugas mediante tecnología punta y a la optimización de la presión.

Las pérdidas de agua no pueden eliminarse y cada tubería principal, incluso las nuevas, tiene un umbral de pérdida de agua definido y tolerado. Al principio se deben a filtraciones a través de las juntas de las tuberías y más tarde las fugas empiezan a producirse con mayor frecuencia. Para superar este reto, deberíamos utilizar el denominado nivel óptimo de pérdidas de agua en la red.