Descentralización: ¿Panacea o Caja de Pandora? Perversidad fiscal en México

Decentralization: Panacea or Pandoras Box? Fiscal Perversity in Mexico

El impulso al proceso de descentralización en México se intensificó rápidamente durante la última década. Sin embargo, los beneficios de la descentralización son inciertos, y en numerosas ocasiones los supuestos y resultados del proceso departen de la teoría tradicional del federalismo fiscal. Los procesos de descentralización presentan serias limitaciones que deben ser tomadas en cuenta antes de apoyar políticas que los favorezcan. Por ejemplo, mientras que la descentralización se consolidaba en México, era evidente que la mayoría de las entidades federativas incurrían en mayores déficit fiscales, principalmente ocasionado por un excesivo gasto público. Con base en un modelo de ecuaciones simultáneas para el ingreso y gasto de las entidades federativas, este trabajo explica las razones por las cuales esta tendencia ha sido observada en años recientes. Los resultados sugieren que mayores déficit fiscales están estadísticamente asociados con mayor competencia política en la esfera subnacional, la fase del ciclo político de negocios, y la perversidad fiscal ocasionada por la descentralización política. Esto implica que las regiones esperan ser rescatadas por el gobierno federal en caso de encontrarse en problemas financieros y, por tanto, no tienen incentivos para observar disciplina fiscal.

INTRODUCCIÓN

La defensa de la descentralización ha crecido en todo el mundo en la última década. Las políticas públicas y los procesos políticos institucionales en todo el mundo se han visto sesgados por las organizaciones multilaterales, entre ellas el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que tienden a apoyar los procesos de descentralización con una propaganda inusualmente fuerte y entusiasta. Aunque está bien documentado que la centralización, mal hecha, es fuente de problemas económicos y sociales, también es válido el argumento de que los organismos intergubernamentales siempre han intentado echar por tierra la propuesta de centralización; probablemente porque se considera una fuente principal de corrupción e ineficacia (Banco Mundial, 2000).

A menudo se afirma, y con razón, que la centralización está plagada de dificultades, tanto por su naturaleza como por su aplicación. Por el contrario, la descentralización aparece como un esquema ventajoso debido a la mayor eficacia en la prestación de servicios y a su contribución al fortalecimiento de las democracias (Tiebout, 1956). En teoría, la descentralización, correctamente diseñada y aplicada, tiene sin duda un enorme potencial para mejorar la eficiencia del aparato burocrático del sector público. Sin embargo, en la práctica, los beneficios de la descentralización son bastante confusos y muchas veces los supuestos y los resultados del proceso se apartan de la teoría estándar del federalismo fiscal. Al igual que la centralización no es un proceso impecable, existen graves inconvenientes que deben tenerse en cuenta antes de respaldar plenamente cualquier programa de descentralización.