Un análisis de las actitudes, percepciones e intenciones que llevan a emprender en los países de la Alianza del Pacífico
An analysis of the attitudes, perceptions and intentions that lead to entrepreneurship in the Pacific Alliance countries
Se estudia el efecto de distintos motivadores de la actividad emprendedora relacionados con las actitudes, percepciones e intenciones de los individuos, en los países integrantes de la Alianza del Pacífico (México, Chile, Colombia y Perú). El análisis se basa en estadística descriptiva y modelos probabilísticos tipo logit a partir de los datos del Global Entrepreneurship Monitor. Se encontró que la acción de emprender está asociada de forma negativa con la aversión al riesgo y la falta de exposición al esfuerzo, y de forma positiva con la capacidad empresarial, que resultó ser la variable que mejor explica la motivación hacia el emprendimiento. Adicionalmente, la evidencia sugiere que un menor desarrollo estaría asociado con una mayor percepción de capacidades, lo que, a su vez, podría tener que ver con el incremento de la autoconfianza de los individuos y con una subestimación de los riesgos. Estos hallazgos son solo parcialmente consistentes con la literatura y son muestra de que el emprendimiento tiene un origen multifactorial y dinámico, donde las percepciones, modificadas por el entorno, juegan un rol importante. Estos elementos deben ser tomados en cuenta por pretender construir un mercado regional integrado, basado en el apoyo de emprendedores y pequeñas empresas.
INTRODUCCIÓN
La Alianza del Pacífico, conformada por México, Chile, Colombia y Perú, se creó en 2011 con la intención de impulsar de manera conjunta el desarrollo, crecimiento y competitividad que paulatinamente lleve a la conformación de un mercado regional integrado. Los países integrantes de esta alianza, aun representando en conjunto el 43.3% del valor de la producción de América Latina (Banco Mundial, 2022), han tenido dificultades para construir las condiciones económicas y regulatorias que contribuyan a la consolidación de las empresas nacientes y al encadenamiento de las ya establecidas (Amorós, 2011). Que no haya sido hasta 2014, cuando en su agenda se empezó a dar cierta importancia a la promoción de los emprendimientos y pequeñas empresas, como fuente potencial de competitividad e innovación (SELA, 2013, Alianza del Pacífico, 2015), podría tener que ver con estas dificultades.
Usualmente, la decisión de emprender se vincula con aspectos económicos, pero también debe hacerse, de acuerdo con los procesos psicológicos de tipo cognitivo, afectivo, emocional, de personalidad y de propensión a la acción de los individuos (Walter y Heinrichs, 2015). Así, aunque la necesidad de ingreso pudiera ser un detonante importante del carácter empresarial, dependerá de la conjugación de la voluntad y la intención del individuo (conocida en la literatura como “espíritu emprendedor”), el que esta acción efectivamente se materialice.
Trabajos como los de Douglas y Shepherd (2002), Douglas y Fitzsimmons (2005) o Steffens et al. (2006) 1, han analizado la naturaleza de la actividad emprendedora con base en las intenciones de los individuos2.
Recursos
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Formatopdf
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Idioma:español
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Tamaño:515 kb