Claudia Lorena Suárez Marmolejo

Docente universidad de Escuela de Desarrollo en Ingeniería y Construcción
Gerente Estudios e Ingeniería Ambiental S.A.S, Bogotá
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Geología y minería: pasivos ambientales

Geology and mining: environmental liabilities

Las actividades humanas han alterado significativamente tres cuartas partes de los suelos y dos terceras partes del océano, modificando el planeta a tal punto que se ha ocasionado el nacimiento de una nueva era geológica denominada Antropoceno. Un impacto ambiental se puede definir como cualquier alteración del ambiente, adversa o beneficiosa, total o parcial, que puede ser atribuido al desarrollo de un proyecto, obra o actividad (POA). También puede ser definido como un cambio en las condiciones iniciales, afectando los medios biótico, abiótico y socioeconómico en cualquiera de sus componentes.

Ahora bien, todos ejercemos influencia sobre el medio ambiente, con frecuencia de carácter negativo, mediante el agotamiento o afectación de los recursos naturales. Sin embargo, algunas actividades humanas generan mayores impactos. Los impactos ambientales se presentan en todas las fases de un POA: la construcción, operación, mantenimiento, abandono y restauración final. Los POA pueden generar además pasivos ambientales. Estos se definen como impactos ambientales negativos que no fueron adecuadamente manejados y que pueden generar riesgos a la salud humana o al ambiente. 

Los pasivos ambientales en los últimos años han cobrado fuerza en el país, y se habla de ellos de manera reiterada en varios espacios de discusión. Las autoridades ambientales competentes reciben constantemente peticiones sobre la existencia de pasivos ambientales o impactos ambientales sin atender, impactos con carácter acumulativo y sinérgico; que perturban las comunidades y su relacionamiento con el entorno. Por otro lado, los procesos de privatización o reestructuración accionaria de algunas empresas públicas y privadas han evidenciado la actual necesidad de identificar y gestionar dichos pasivos. 

Los pasivos ambientales, dependiendo de su índole, afectan las coberturas vegetales, las dinámicas ecosistémicas y, por extensión, los bienes y servicios ecosistémicos, cambian las condiciones fisicoquímicas del suelo, agua y aire, modifican el nivel freático, ocasionando consecuentemente riesgos a la salud humana. Por otro lado, dependiendo de su magnitud, los pasivos ambientales propician el desplazamiento de las comunidades, la pérdida del patrimonio cultural y de sus territorios sagrados. 

El manejo de los pasivos ambientales se hace complejo con el paso del tiempo; resultando más costoso y demandante en términos de conocimiento, experticia y dedicación a la hora de gestionarlo. Cabe resaltar, que el problema se amplifica cuando no se tienen responsables frente a su aparición y posterior gestión o manejo. Por ende, los pasivos ambientales son complejos y requieren soluciones inmediatas.